En el manifiesto denuncian lo que consideran un “nuevo espolio de las finanzas de los consistorios” y un “abuso de poder” sobre los ayuntamientos, que no podrán revertir el dinero ahorrado en sus vecinos y que, teniendo en cuenta la situación de crisis económica y social actual les está afectado “de pleno”.

Por eso, la organización independentista considera que es el momento de reivindicar las competencias municipales frente al Estado: “No estamos dispuestos a hacer de pequeñas gestorías de servicios de Estado español y poner límites a nuestra voz y a nuestros posicionamientos políticos”.

La AMI se manifiesta contraria a hacer de banco a un Estado que se califica de "centralista y autoritario", con poco respeto por el dinero público y que ha dado muestras de una mala gestión económica "malgastando” el dinero de todos en “infraestructuras innecesarias, en rescates a la banca, en armamento o en mantener una monarquía corrupta ".

El presidente de la AMI, Josep María Cervera, solicita así a los alcaldes que "no hagan de acreedores de un Estado autoritario y centralista que ha malgastado nuestro dinero de forma reiterada" y defiende las políticas de proximidad que hacen los ayuntamientos y que “requieren que el dinero también sea próximo. No es necesario que vaya a Madrid".