Iglesias expuso ambos enfoques durante una conferencia que pronunció en la última jornada del curso de verano 'La Agenda 2030: el gran reto mundial de la década', que se celebra en el campus de la Universidad Complutense en El Escorial y por donde ya han pasado los principales cargos gubernamentales y orgánicos de Podemos.

Respecto a la catalogación como “progresista” o “socialdemócrata” de la Agenda 2030, apuntó que “algo de verdad hay”, pero que no es “partidario de ponerle etiquetas” y que “es una torpeza plantearlo así”, como si se pretendiera “restregar” el ideario en la cara de los conservadores, cuando cualquier de ellos defiende la sostenibilidad del planeta, por ejemplo.

Eso sí, antes ya había dicho que no le “gusta que señores muy poderosos lleven el pin (de la Agenda 2030) puesto”, porque la Agenda 2030 “pretender poner límites al desorden de una organización económica global que ha creado grandes desequilibrios”.

Por tanto, cree que “los responsables de esos desequilibrios se han puesto el pin demasiado rápido”, porque los objetivos de desarrollo sostenible no son “un decálogo de buenas intenciones” ni “un barniz para que algunos se pinten la cara de verde o de morado”, sino que se debe traducir en “políticas concretas” y meterse “en el corazón de la estructura productiva” Si lo entendieran así, bromeó, “algunos no se lo pondrían tanto (el pin)”.

Iglesias celebró que, por fin, y aunque haya sido por medio de la “desgracia” del coronavirus, “todo el mundo e tome en serio lo que significa la reconstrucción y el desarrollo sensato de la humanidad”, y así puso en relación la Agenda 2030 con el acuerdo del Consejo Europeo sobre los fondos para luchar contra la epidemia.

Para el vicepresidente, el acuerdo europeo “es la expresión del final de una época” y el “reseteo que marca el inicio de una nueva”, pues inaugura “un nuevo consenso de tipo neokeynesiano, un ‘New Deal’ que va a redefinir el mundo, el papel de Europa en el mundo y el que puede jugar España en Europa”.

Más allá de las cifras, considera que el acuerdo “es de una importancia política sin precedentes”, que, como viene diciendo desde ayer, “explica la agresividad de la derecha”, que tenía por dogma de fe la austeridad y no acepta que Unidas Podemos, que siempre propugnó lo contrario, vaya a estar en “la dirección política de los cambios políticos que se van a producir en nuestro país en los próximos años e incluso las próximas décadas”.

Sobre la Agenda 2030, hizo una última referencia novedosa al presentarla como la “utopía disponible” que tiene el mundo en esta “época de éxito de las distopías”, que auguran futuros ominosos. “Sin ingenuidades, con el pesimismo de la inteligencia, pero sabiendo que también hay oportunidades, de que hay algunas utopías disponibles que nos inducen a un moderado, prudente, sensato optimismo”, remató.