“Yo creo que la negociación va a ser complicada. Y es exactamente igual de complicada hoy que lo era antes de ayer”, refirió en una rueda de prensa posterior a la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin), desligándolo así del hecho de que se haya impuesto el candidato de los llamados países frugales o más duros a la hora de articular el fondo.

La vicepresidenta económica reveló que el futuro presidente del Eurogrupo le había llamado “esta misma mañana para expresar su aprecio, su respeto y para llamarme a que trabajemos juntos de ahora en adelante”, en consonancia con “la aproximación transversal” que ella misma dijo haber "venido defendiendo desde el primer día”.

“Yo no creo en Europa basada en clubes, en prejuicios o en etiquetas: norte-sur, este-oeste, grande-pequeño; creo que esa no es la forma de avanzar y que ni siquiera ese tipo de etiquetas responden a la realidad, a la compleja realidad de los distintos países y, por tanto, creo que entre todos tendremos que trabajar juntos para llegar a los acuerdos necesarios y salir adelante lo mejor posible”, defendió.

Tras desvelar que había llegado a la votación con el compromiso de contar con los diez apoyos mínimos necesarios para salir elegida en una primera votación y alguno falló ya que solo se notificaron 9 respaldos, abogó por pasar página y avanzar.

“Teníamos garantizados esos diez apoyos y, evidentemente, dado que hubo 9 votos, uno de ellos no hizo lo que se había comprometido a hacer. Pero no creo que sea fructífero seguir dando vueltas a este tema. La decisión ha sido tomada y nosotros estamos ya mirando hacia adelante”, afirmó.

Quiso, sin embargo, agradecer “a título personal e institucional el fuerte apoyo” recibido por su candidatura por parte de “países que representan más del 80% del PIB y de la población de Europa”, siendo además de diferentes formaciones políticas, lo que supone “una muestra de apoyo y de respeto” tanto por el país como por su candidatura.

Justificó la apuesta en la creencia de que “este es el momento de reforzar el papel del Eurogrupo” y de la moneda común para que “se convierta en una moneda con todavía más peso en el ámbito internacional”, pero quiso poner en contexto la función del Eurogrupo.

“Hay que tener claro que el Eurogrupo es una reunión informal de ministros y no toma decisiones de carácter legislativo y que sirven para abordar la coordinación de las actuaciones a nivel nacional, la coordinación de las actuaciones a nivel comunitario”, refirió desligándolo de la negociación del futuro fondo de rescate.

“Yo no establecería un vínculo directo entre esa elección y cuáles pueden ser las características o la forma en la que se aborde el plan de recuperación para el conjunto de la Unión Europea que se estará discutiendo en otros foros y en otros contextos en las próximas semanas”, explicó.

Sobre este aspecto refirió que la propia presidencia alemana acaba de señalar que el próximo Ecofin que se celebrará de manera informar en septiembre en Berlín van a intentar precisamente “discutir cómo se van a articular los planes de inversiones y de reformas de los distintos Estados miembros” para hacer que “todo este proceso esté lo mejor coordinado posible”.