Según informó este domingo el Ejecutivo regional, el gran tamaño de algunas de las rocas erosionadas que amenazaban con caer sobre la carretera, ha hecho necesaria la utilización, por primera vez en la región, de un innovador sistema de pantallas dinámicas, más eficaz a la hora de repeler impactos de piedras de gran tamaño sobre la calzada.

Estas estructuras se deforman para frenar la caída de las rocas de gran tamaño a la vez que absorben la fuerza de los impactos del desprendimiento. Las pantallas dinámicas instaladas en la M-130, tienen capacidad para detener piedras de hasta cinco toneladas de peso que puedan caer a una velocidad de hasta 100 kilómetros por hora.

Hasta ahora, la orografía madrileña no requería de la utilización de esta técnica, y se empleaban pantallas fijas o estáticas. Sin embargo, al

detectarse en la M-130 rocas de gran tamaño, que amenazaban con caer sobre la calzada, la Consejería de Transportes e Infraestructuras ha preferido utilizar estas pantallas dinámicas por considerarlas más adecuadas para garantizar la sujeción y por tanto la seguridad de los conductores. Las pantallas están formadas por cables de acero que sujetan una estructura metálica de la que cuelga una red de cables.