Elecciones vascas
Podemos Euskadi no pierde la esperanza de un tripartito: “También era imposible una coalición con el PSOE”
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Podemos Euskadi no pierde la esperanza de que el PSE acceda a formar un Gobierno tripartito de izquierdas tras las elecciones del 12 de julio, pese a la preferencia de los socialistas vascos por pactar de nuevo con el PNV.
“Eso hay que verlo. Todos los medios daban por imposible un Gobierno de coalición con el PSOE”, recordaron a Servimedia fuentes de Podemos Euskadi, que señalan que mucha gente les preguntaba antes del preacuerdo del 12 de noviembre si eran tan ingenuos como para pensar que la Unión Europea permitiría un Ejecutivo estatal con el partido de Pablo Iglesias. Esta alusión al "imposible" Gobierno de coalición ha sido frecuente en los actos de la campaña electoral vasca de Unidas Podemos.
“En política, predecir lo que va a pasar dentro de unos meses es complicado”, apuntaron las fuentes consultadas, que confían en la tendencia ascendente que dan las encuestas a su candidatura, después de haberla hundido hace meses hasta los 6 o 7 escaños. Ahora, apuntaron, la mayoría les dan entre 8 y 9. El último Barómetro del CIS, excepcionalmente, elevó las perspectivas hasta los 11-12, en empate técnico con los 11-13 que vaticina para el PSE.
“No nos creemos mucho las encuestas, pero lo que sí suelen acertar no es en los resultados, sino en las tendencias, y todas dan tendencia a la recuperación de Unidas Podemos”, sentenciaron las fuentes mencionadas para la candidatura liderada por Miren Gorrotxategi.
En sus respectivas participaciones en la campaña electoral del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias; la ministra de Igualdad, Irene Montero; la de Trabajo, Yolanda Díaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, han respaldado abiertamente su apuesta por un Ejecutivo tripartito que desaloje al PNV de Ajuria Enea.
Iglesias, el pasado lunes en Bilbao, lo hizo de un modo un tanto 'sui generis'. Dijo que no quería hablar mal del PNV, socio imprescindible del Ejecutivo central. Así, le afeó el accidente del vertedero de Zaldívar y fraudes en los comedores escolares, y señaló que no le "cuadra" que pueda capitanear retos como la transición ecológia, pero lo atribuyó a que “es normal que el poder desgaste”.
Desde esa premisa tan poco ofensiva, argumentó que “una estrategia de país implica que de vez en cuando tiene que haber una renovación y tiene que haber cambio”, y que “es un consenso en Euskadi que el PNV necesita unos años en la oposición para seguir siendo útil a su pueblo”.
Ya dirigiéndose al PSE, Iglesias comentó que “las fuerzas políticas de izquierda no pueden hacer trampas” a sus votantes, quienes, si se decantan por una de estas tres papeletas, “no están votando para que gobierne el PNV; están votando cambio”, y que, para facilitar “un acuerdo con no sé quién, ya pueden votar directamente a ese candidato”, es decir, a Urkullu.
El vicepresidente diagnosticó que la sociedad vasca, mayoritariamente de izquierdas, “va más deprisa que su Gobierno" y que "se ha normalizado", de forma que "un pasado terrible y doloroso", que admitió sin mencionar el terrorismo, ETA ni los GAL, “ha dado paso a una situación de convivencia que ya es normal en las calles, que ya es normal en las familias". Ante esa nornalización, denunció que “parece que hay enormes intereses en que esa normalización de la vida política no se pueda extender a los acuerdos entre los partidos”
Unos minutos después, abundó: “Sé que es muy difícil para la gente del PSE y de EH Bildu ponerse de acuerdo para gobernar”. Y desde esta constatación defendió el voto para Gorrotxategi, a quien ni siquiera se atrevió a presentar con el clásico "la próxima lehendakari" de las campañas electorales.
“Todo el mundo tiene claro en Euskadi que, si hay una fuerza política que tiene alguna posibilidad de sentar al PSE y a EH Bildu en la misma mesa y trabajar para que haya un acuerdo (…), es Elkarrekin Podemos (Unidas Podemos en euskera”, argumentó.
(SERVIMEDIA)
11 Jul 2020
KRT/gja/mjg