En el recurso presentado esta mañana por el letrado Fernando Magán ante el Constitucional se asegura que la decisión de la Audiencia Nacional vulnera el derecho de los afectados a tutela judicial efectiva, según explicaron a Servimedia fuentes de la asociación.

Los afectados también consideran que la Audiencia Nacional ha vulnerado la Convención Internacional para la Protección de las Personas Víctimas de las Desapariciones Forzadas, un tratado ratificado por España y que obliga a las autoridades judiciales a investigar los secuestros.

El recurso censura además las “dilaciones indebidas” en el proceso, unos retrasos que han provocado que varios de los afectados –personas de avanzada edad que buscan a sus hijos o hermanos- hayan fallecido.

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, a través de un auto dictado el pasado 20 de enero, se negó definitivamente a investigar los casos al rechazar el último recurso presentado por los afectados.

MUERTES FICTICIAS

Los secuestros, que los afectados cifran en términos globales en más de 30.000, se produjeron principalmente en las sedes del Auxilio Social así como en los organismos de beneficiencia como las maternidades, los hospicios y las inclusas.

Existían diversos “modus operandi” para la perpetración de estos secuestros. Una de las modalidades más generalizada consistía en que la madre daba a luz “con anómalas prácticas y en extrañas circunstancias que terminaban con una supuesta defunción del neonato, que no era acreditada físicamente”.

Estos niños eran en realidad entregados en adopción a familias con un alto poder adquisitivo y sus verdaderos nombres desaparecían.

MÉDICOS Y MATRONAS

Los afectados y las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica, bajo la representación del abogado Fernando Magán, aportaron a la Audiencia Nacional una base informatizada con los datos de las personas afectadas por estos robos, así como una relación nominal de los presuntos responsables de los secuestros.

Entre estos presuntos responsables se encuentran varios médicos, algunos de ellos todavía en activo y que trabajaron en clínicas como San Ramón y O’Donnell, ambas de Madrid, o Santa Isabel, en Valencia.