Investigación

Científicos internacionales devuelven la vista durante ocho meses a ratas ciegas con una retina artificial inyectada en el ojo

- En el equipo participa la Universidad de Granada

Madrid
SERVIMEDIA

Un equipo internacional de científicos, en el que participa la Universidad de Granada (UGR), ha desarrollado una nueva prótesis de retina artificial que se puede inyectar en el ojo, basada en nanopartículas y que ha permitido devolver la visión durante ocho meses a ratas ciegas sin necesidad de ser operadas.

Así lo anunció este lunes la institución académica en un comunicado emitido coincidiendo con la publicación en la revista ‘Nature Nanotechnology’ de este hallazgo científico que es resultado de una investigación desarrollada por 25 investigadores del Centre for Synaptic Neuroscience and Technology del Centre for Nano Science and Technology (Istituto Italiano di Tecnologia, Génova, Italia), en colaboración con colegas de las universidades de Pisa, Génova, Milán y Granada y los hospitales de Génova, Negrar y Mantova.

La UGR puntualizó que las distrofias retinianas hereditarias y la degeneración macular relacionada con la edad, que se encuentran entre las causas más frecuentes de ceguera, siguen teniendo en la actualidad tratamientos “limitados”.

Las prótesis retinianas modernas se han desarrollado para estimular la red retiniana interna, pero, según la UGR, la “falta de sensibilidad y resolución” así como la necesidad de emplear cableado o cámaras externas han limitado mucho su aplicación.

Las nanopartículas de polímero conjugado (P3HT-NP) se han testado e inyectado por debajo de la retina en un modelo de retinitis pigmentosa en ratas y, en este sentido, en el modelo estudiado, las nanopartículas “promueven la activación dependiente de la luz de las neuronas retinianas internas preservadas”, recuperando respuestas visuales “en ausencia de inflamación de la retina”, según explicó el investigador del Istituto Italiano di Tecnologia y actualmente investigador Marie Curie-Athenea3i en la UGR, Mattia Bramini.

De este modo, al conferir “sensibilidad” a la luz tras una sola inyección, las nanopartículas proporcionan una “nueva vía” en prótesis retinianas con aplicaciones potenciales no solo en la retinitis pigmentosa, sino también en la degeneración macular relacionada con la edad, según el experto.

Una primera ventaja de la nueva solución presentada por este equipo científico es una “mayor resolución espacial” comparada con las prótesis bidimensionales existentes. “Además, las nanopartículas tienen un tamaño de aproximadamente 300 nanómetros de diámetro, 300 veces más pequeño que el diámetro de un cabello, que les permite permanecer extracelulares a las neuronas manteniendo una “alta biocompatibilidad”, según Bramini.

Cuando son microinyectadas en el ojo de las ratas ciegas, las nanopartículas se distribuyen “de manera amplia y persistente” en todo el espacio subretiniano, sin que se produzcan reacciones inflamatorias “significativas” y después de una sola inyección “rescatan” el comportamiento fisiológico de la retina a la luz, así como la actividad de la corteza visual y agudeza visual a niveles “indistinguibles” de los de ratas sanas, un efecto que se prolonga hasta ocho meses.

En este escenario, la UGR matizó que las nanopartículas de polímero P3HT representan el “primer intento” de rescatar la sensibilidad y la discriminación espacial en las retinas degeneradas en respuesta a la luz visible puesto que, según Bramini, aunque la agudeza visual limitada del modelo animal no permite demostrar “de manera concluyente” el potencial de resolución espacial de las nanopartículas, la agudeza obtenida en la rata distrófica “es igual a lo mejor que se puede lograr con los implantes actuales”.

Para el investigador, la operación quirúrgica más simple con respecto a la implantación de una prótesis retiniana y la amplia cobertura retiniana, que, “potencialmente”, restaura el campo visual completo, abre una “nueva vía” en las aplicaciones clínicas de las nanopartículas de polímero P3HT en la ceguera degenerativa.

Además, al funcionar como “actuadores de luz no genéticos para la activación neuronal”, las nanopartículas de polímeros semiconductores tienen un “alto potencial” para aplicaciones biomédicas en enfermedades degenerativas de la retina y, “posiblemente, en otras enfermedades del sistema nervioso central”, a juicio de la UGR.

(SERVIMEDIA)
29 Jun 2020
MJR/mjg