En una entrevista en Onda Cero recogida por Servimedia, Garamendi explicó que “mucha gente está teletrabajando como consecuencia de una situación anómala” como la de la crisis sanitaria por el Covid-19 y que, si bien “nos ha venido muy bien” para superar la coyuntura, dijo que “no es una situación ideal”.

Aunque defendió el teletrabajo como una herramienta para conciliar y dar flexibilidad, apuntó que si las empresas se encuentran con condiciones “imposibles” para gestionar a la plantilla en la nueva regulación del trabajo a distancia, “mañana puedo contratar en Portugal”.

“El teletrabajo tiene muchísimas ventajas bien gestionado, pero cuidado con aplicar criterios que lo haga poco atractivo”, consideró.

Como ha adelantado ‘El País’ y ya se encuentra en audiencia pública en la página del Ministerio de Trabajo y Economía Social, el texto del anteproyecto de la ley de trabajo a distancia determina que los costes de esta modalidad de trabajo deberán asumirlos “en su totalidad” las empresas y los trabajadores tendrán derecho a la flexibilidad de su horario salvo para los tiempos de trabajo que la compañía establezca como de obligatoria disponibilidad.

A juicio de Garamendi, la regulación de esta materia debería hacerse “con mucha más tranquilidad” y “más mesura en el tiempo” porque el teletrabajo “permite que otros trabajen menos”.

Por otra parte, al ser preguntado por el acuerdo para prorrogar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el 30 de septiembre, Garamendi señaló que los meses que vienen “son muy importantes”, particularmente lo que suceda en julio. “Las negociaciones nunca acaban, esto sigue”, afirmó, e indicó que en septiembre tendrán que volver a sentarse en la mesa de negociación para determinar lo que suceda en los meses siguientes.