Lo dijo en una rueda de prensa conjunta celebrada en Madrid con su homólogo húngaro, Péter Szijjártó, después de los ataques habidos en EEUU contra estatuas de Miguel de Cervantes, fray Junípero Serra, Cristóbal Colón o la reina Isabel la Católica.

La jefa de la diplomacia española dijo que el Gobierno comparte muchos de los movimientos de protesta que han tenido lugar en EEUU protagonizados por una “minoría racial”. No obstante, lamentó que parte de este descontento haya empezado a canalizarse hacia las estatuas de personajes forman parte de la historia de Estados Unidos, de España y del legado hispánico en suelo estadounidense.

Por ello, confirmó que el Gobierno ha contactado “discretamente” con las autoridades locales y estatales de EEUU con el fin de mejorar la difusión y el conocimiento del legado hispánico en ese país.

La ministra lamentó que ese legado sea desconocido por la población de EEUU, ya que la historia de ese país se ha escrito en clave anglosajona y obviando el prisma español.

Por esa razón, abogó por utilizar para difundir el legado español en EEUU un instrumento de diplomacia cultural de enorme utilidad, como el Instituto Cervantes, que este año abrirá una sede en la ciudad de Los Ángeles.