El portavoz del PNV, Aitor Esteban, defendió la toma en consideración de la proposición, que su grupo presenta por cuarta vez en los últimos años para intentar reformar una ley aprobada hace 52 años, durante la dictadura, que obliga a cargos públicos, investigadores y ciudadanos españoles a enterarse “por terceros países” de lo que pasa en su propio país.

Denunció la “transición amnésica” o la “paranoia secretista” que hace que no solo el Gobierno, sino parte del Gobierno pueda hacer “lo que quiera” en cuanto a clasificación de información como secreta o reservada, sin unos criterios determinados ni conocidos, y con total “desidia” a la hora de desclasificar.

Además de una reducción de los plazos para desclasificar esa documentación, el PNV reclama que solo el Consejo de Ministros pueda aprobar esa clasificación, y que el Congreso de los Diputados tenga la última palabra sobre el acceso a esa información. El Estado, dijo a quienes argumentan la defensa del Estado para oponerse a esa reforma, está formado por ciudadanos que son mayores de edad y responsables para conocer esos datos.

Vox pidió turno en contra de la iniciativa y su portavoz Hugo Fernández Roca aseguró que con ella el PNV solo busca “recoger las nueces del oportunismo político”. Aunque su grupo considera necesario modificar la ley, alertó de la necesidad de hacerlo “desde la protección de los intereses fundamentales de España” y no con el objetivo de “exponer públicamente” información delicada.

En nombre del PP, Miguel Ángel Jerez reprochó al PNV que en la iniciativa “se echan de menos muchísimas cosas”, aunque no dejó claro el sentido de su voto, mientras que los demás portavoces que intervinieron sí anunciaron el sentido de su voto, en general a favor salvo Ciudadanos, cuyo portavoz, Miguel Gutiérrez, anunció una abstención por entender que la ley debe ser modificada pero no exactamente como propone el PNV.

Desde el PSOE, Andrea Fernández anunció el voto favorable a la toma en consideración de la iniciativa, si bien considera necesario un “análisis profundo” de algunos puntos para “no vaciar de contenido” la propia ley.