Pineda dice que “nunca” pidió dinero a los abogados de la infanta Cristina a cambio de retirar la acusación en el `caso Nóos´
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El presidente de Ausbanc, Luis Pineda, se ha sentado en el banquillo de nuevo casi cuatro meses después de haber comenzado su declaración como acusado de una cascada de delitos relacionados con la extorsión a empresas y entidades bancarias. Este lunes ha vuelto a afirmar ante el tribunal que lo juzga que “nunca” pidió dinero a los abogados de la infanta Cristina a cambio de mediar para que el sindicato Manos Limpias retirara la acusación en el `caso Nóos´.
La Fiscalía pide para Pineda un total de 119 años de prisión por los delitos de pertenencia a organización criminal, extorsión, estafa, blanqueo y delito fiscal. Junto a él también se sienta el que fuera cabeza visible de Manos Limpias, Miguel Bernad.
Según el relato del miniserio público, Bernad le habría pedido que mediara en ese asunto y ofreciera a los letrados de la infanta retirarse como acusación a cambio de tres millones de euros. Este lunes, insistió ante el tribunal en que “nunca” tuvo “el encargo” de hacer llegar esa propuesta a destino y en cualquier caso “nunca lo hubiese aceptado”. E insistió: “Nunca les pedí dinero” a los abogados de la hermana del Rey.
La sección cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional retomaba este lunes el juicio a los líderes de Ausbanc y Manos Limpias, Luis Pineda y Miguel Bernad, y otras 8 personas, entre las que está la abogada Virginia López Negrete, que ejerció la acusación popular en el `caso Nóos´. Todos ellos están acusados de formar parte de una trama de extorsión en este caso y en otros relacionados con distintas entidades bancarias.
Locuaz y, por momentos, retador, Pineda ha sido amonestado varias veces por la presidenta de la sala. Una y otra vez ha negado estar detrás de la financiación de Manos Limpias. Todo lo más, admitió, “les he comprado lotería de Navidad, pero no sé decirle si 30 o 300 euros”. Reconoció también haber pagado alguna fianza al sindicato para permitir su personación como como acusación popular y haber defendido al colectivo de funcionarios, aunque nunca cobró por ello.
Tras asegurar que desconocía las fuentes de financiación de Manos Limpias explicó que él no tenía influencia alguna sobre los procedimientos que emprendía este sindicato y aseguró que en esos momentos Bernad “era como Belén Esteban”, alguien muy conocido y con capacidad de influencia en los medios de comunicación que “le perseguían”.
Pineda ha explicado en esos momentos que Bernad era “una ametralladora de denuncias” y acudía a los tribunales cada vez que “leía la prensa”. Cuando creía haber detectado “una corruptela ponía en marcha los mecanismos” de la justicia. A su juicio, “la labor que hizo contra la corrupción en este país fue encomiable”.
En relación al `caso Nóos´, Pineda declaró que en una conversación con Javier Cañas, director de una de las publicaciones de Ausbanc y amigo de Bernad, le llegó a decir que “en la medida de lo posible no se castigara más a la primera institución de España”, en referencia a la Corona.
Según la versión que Pineda ha ofrecido este lunes al tribunal, su “preocupación” llegó a tal punto que recomendó al periodista que hiciera lo que estuviera “en su mano para que no se haga daño al Rey”, pero “no me hizo ni caso”. Reiteraba así el relato que ofreció sobre este asunto en el mes marzo, cuando comenzó su declaración antes de la suspensión de la vista por el estado de alarma.
Insistió en que los contratos de publicidad en su revista por parte de empresas y, sobre todo, de entidades bancarias no estaban vinculadas a ningún proceso de extorsión, sino que eran relaciones comerciales basadas en “el respeto mutuo”.
Pineda ha vuelto a denunciar la vinculación del BBVA con el excomisario Villarejo y ha denunciado una campaña de desprestigio a Ausbanc a base de “dinero y mentiras” para contrarrestar sus denuncias contra la entidad.
(SERVIMEDIA)
22 Jun 2020
SGR/gja