Cataluña
El Congreso rechaza posicionarse en contra de la mesa de diálogo del Gobierno con la Generalitat
- Junts admite que la mesa de diálogo “no se la cree nadie”
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El Congreso de los Diputados rechazó este miércoles la moción del PP en la que se pedía al Gobierno poner fin a la mesa de diálogo con la Generalitat de Cataluña. El PSOE y Unidas Podemos y sus socios de investidura se reafirmaron así en que lo “valiente” es dialogar, mientras que la bancada de la derecha denunció que este foro socava la igualdad entre españoles.
La moción consecuencia de interpelación, que presentó el PP para abordar “el impacto constitucional de la reunión entre el Gobierno de España y el de la Generalitat” el pasado 26 de febrero, decayó porque votaron en contra 195 parlamentarios, 2 se abstuvieron (PRC y CC) y se quedó con el respaldo de 153 diputados (PP, Vox, Cs, Foro y Navarra Suma).
El principal partido de la oposición, a través de la diputada Eduarne Uriarte, defendió desde la tribuna de la Cámara Baja una moción consecuencia de interpelación para abordar “el impacto constitucional de la reunión entre el Gobierno de España y el de la Generalitat” el pasado 26 de febrero.
Fue la diputada del PP Edurne Uriarte la que ayer defendió esta moción y acusó al PSOE y a Podemos de poner “en el mismo plano” a quienes respetan las reglas democráticas y a los que “se burlan del Estado de derecho y de la Constitución”. A su juicio, el Gobierno está actuando así con la llamada mesa bilateral de diálogo y de reencuentro entre el Ejecutivo central y el Govern catalán.
Uriarte afeó al Gobierno que se proponga continuar a partir de julio con las reuniones de la citada mesa y que lo hagan “manipulando los conceptos de conflicto y de diálogo”. “¡Póngase del lado de esa inmensa mayoría de ciudadanos demócratas, del lado del Estado de derecho, del lado de la Constitución y del lado de la democracia!”, reclamó.
Según la interpretación de la dirigente popular, “el conflicto nacionalista se ha prolongado tantos años y con tanta fuerza por actitudes como las de la bancada de la izquierda y de la ultraizquierda”. Así las cosas, les acusó de llevar décadas “premiando la ruptura de las reglas democráticas” en este país.
"PATRIOTISMO CONSTITUCIONAL"
Uriarte denunció que el Gobierno está negociando “con quienes quieren destrozar nuestro sistema político” y anhelan “un proceso constituyente”. Dicho esto, exigió al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que asuma “el patriotismo constitucional” que “consiste en la adhesión y la defensa de las normas políticas básicas que rigen la convivencia de una comunidad política”.
Tras instar el PP al Gobierno a poner fin a la mesa de negociación con la Generalitat, tomó la palabra Ignacio Garriga en nombre de Vox y anunció su apoyo a la iniciativa una vez fueron aceptadas las enmiendas de su grupo. "La única oferta de Vox a Carles Puigdemont es un juicio justo por sus delitos", comenzó.
“El objetivo de la llamada eufemísticamente mesa de diálogo es la ruptura de la nación. La alianza entre el Gobierno socialcomunista y el separatismo catalán es una traición más de un presidente criminal que está dispuesto a fracturar España con tal de mantenerse el poder”, señaló Garriga.
Además, el diputado de Vox sostuvo que Sánchez está negociando en esa mesa de diálogo la propia “unidad de la nación” y consideró que lo hace “postrándose abiertamente ante los enemigos de España”. “Es el precio que gustosamente paga”, censuró, antes de enfatizar que su partido “es el único que reclama la ilegalización de los partidos separatistas”.
Guillermo Díaz, de Ciudadanos, se dirigió directamente a la bancada socialista para recalcar que “estamos aquí para hablar de una mesa de negociación de privilegios nacidos de la falsificación de la historia, la construcción de una agresión inexistente y la creación de una ficción que permite ser de izquierdas y a la vez nacionalista”. “Van a esa mesa a debilitar la solidaridad entre españoles”, les acusó.
"TRAICIÓN DE CLASE"
Pidió a los socialistas que “no vayan a esa mesa en la que no se reclama nada justo” y les advirtió de que “el nacionalismo lleva la traición adherida a su acción política”. “También quieren independizarse de ustedes”, señaló, y remató diciendo que “si va a esa mesa no van a negociar una cuestión territorial” porque lo que harán será “perpetrar una traición de clase”.
Fue el socialista José Zaragoza el que respondió a la petición unánime de la bancada de la derecha y del centroderecha de abandonar la mesa de negociación. Especialmente duro fue con Vox, a cuyo representante dejó claro que el PSOE no quiere que quede “nada de su España”, refiriéndose “a la España del franquismo, de la homofobia, de la xenofobia o del machismo”.
También se despachó contra el PP, al considerar que “intentan que repitamos sus errores”. A este respecto, espetó a la bancada popular que “el problema” fue lo que “no hicieron” mientras gobernaron España. Mentó aquí su “gran fracaso” con el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, que “dijeron que no se haría y se hizo”.
“Lo valiente es defender el diálogo; lo cobarde es imponer el silencio”, defendió Zaragoza, recriminado al PP que sólo critique sin aportar “ninguna solución”. También les acusó de querer “apropiarse de nuestra Constitución como si fuese de unos pocos” y les atribuyó “una política hueca y mentirosa”. “La ley es la condición y el diálogo el camino”, se reafirmó.
"LOS CLÁSICOS"
Por parte de Unidas Podemos, Jaume Asens ironizó con que “vuelven los clásicos” y se recupera “el hit de la temporada pasada” de que “España se rompe”. “Señorías del PP, si dedicaran la mitad del tiempo que dedican a esas teorías extravagantes y conspirativas a gobernar, igual no tendríamos que haber asistido al desastre de su gestión en las residencias en la Comunidad de Madrid”, aseveró.
Según dijo Asens, “no hay espantajos ni bandera que pueda ocultar ese escándalo” y preguntó al PP qué problema constitucional aprecia en que dos gobiernos “democráticos” se sienten a dialogar. “¿Cómo va a ser inconstitucional?”, insistió, defendiendo de esta manera que el diálogo “es necesario para poder resolver problemas” y también constituye “una obligación política para cualquier demócrata”.
Asens tampoco perdió la oportunidad para dirigirse a los socialistas, socios en el Ejecutivo, avisando de que “tenemos una oportunidad histórica para empezar a construir una solución duradera” sobre Cataluña. “Hay que ser valientes. La valentía de hoy puede ser la solución de mañana”, proclamó, para a renglón seguido opinar que “sin pacto no hay solución, pero sin urnas tampoco”.
En nombre de Junts, Jaume Alonso-Cuevillas, cuestionó que el PP se valga de la premisa de que la mesa de diálogo “no encuentra anclaje en el modelo constitucional vigente” y aseguró que “no le sale nada” repasando la Constitución sobre la prohibición al diálogo. Igualmente, recordó que distintos gobiernos negociaron con la banda terrorista ETA.
"NO SE LA CREE NADIE"
“Resulta que ahora hay un movimiento pacífico, que no es violento, que no ha matado a nadie, que intenta hablar y ponen el grito en el cielo”, prosiguió. En todo caso, Alonso-Cuevillas, tranquilizó a la bancada del PP: “No se preocupen demasiado de la mesa de diálogo, que no se la cree nadie”, sentenció.
“No se la cree el Gobierno del PSOE, que la aceptó como una exigencia para obtener la investidura”, rememoró, “y tampoco nos la creemos nosotros, que pensamos que no va a tener desgraciadamente ningún recorrido” pero que debe estar “ahí” ese diálogo. Explicó, por ende, que su posición pasa por “no levantarnos nunca del debate” aunque “no se va a residenciar en España y la solución va a venir en el ámbito internacional”.
El portavoz de ERC en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, tachó esta moción de “canción del verano” por “mala y repetitiva”. “Parece que sólo tienen dos temas en verano: Gibraltar y cargarse el diálogo entre la Generalitat y el Gobierno de España”, dijo al partido que lidera Pablo Casado.
Interpretó que los acuerdos para el PP son una “herejía” y se preguntó dónde quedó aquello de que el expresidente José María Aznar hablaba catalán en la intimidad. “Ustedes saben perfectamente que no se puede encarcelar a todo el mundo”, señaló Rufián. “El peligro para la democracia son ustedes”, opinó.
Finalmente, el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban cargó contra la derecha por no aceptar el diálogo y el acuerdo. En este sentido, alertó de que sus “actitudes intolerantes todavía hacen engrosar más las filas nacionalistas” y defendió que no se puede hablar de inconstitucionalidad cuando ni siquiera ha salido un solo acuerdo de esta mesa.
“¿Ofrecen algo más allá del 155?”, llegó a plantear, y catalogó de “puro fascismo” que haya quien hable de “enemigos de España” sólo para descalificar al adversario. “Creo que lo que temen es que verdaderamente esa negociación, ese diálogo en esa mesa dé frutos. Y eso es precisamente la esperanza de la inmensa mayoría de demócratas de este país”, remachó.
(SERVIMEDIA)
17 Jun 2020
MFN/gja