La creación del citado centro se recoge en la ley que reconoce las lenguas de signos españolas y regula los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas, y su finalidad ha de ser la de investigar, fomentar, difundir y velar por el buen uso de esta lengua.

El representante del Ministerio de Sanidad y Política Social inauguró el III Congreso de Lengua de Signos Española, un encuentro organizado por la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), que se desarrollará desde hoy hasta el próximo viernes, 18 de septiembre, en Madrid.

En su intervención, Moza se comprometió a "acelerar al máximo posible" los desarrollos normativos de la ley que regula la comunicación de las personas sordas. En concreto, señaló que además de la regulación del centro de normalización lingüística, el Ejecutivo está estudiando la vía de convalidación o reconocimiento del trabajo desarrollado "durante muchos años" por los intérpretes de lengua de signos.

Del mismo modo, continuó, el Gobierno se ha marcado "como prioridad" la elaboración de un "estudio detallado" sobre la realidad de las personas sordociegas, por sus necesidades "específicas y significativas", con el fin de "apoyar aún más" su integración social.

El secretario general de Política Social destacó por último la "potencia" y la "solvencia" del sector de la discapacidad en España, que, según dijo, es "puntero" en Europa.

Los compromisos de mejora para las personas sordas fueron, a su vez, reivindicaciones de la CNSE, que en boca de su presidente, Jesús Cañón, pidió al Gobierno que desarrolle la ley que regula la comunicación de los ciudadanos con problemas de audición, porque, dijo, "no podemos asumir ya más retrasos".

Junto a Moza y a Cañón, participaron en la inauguración del congreso el vicepresidente primero ejecutivo de la Fundación ONCE, Alberto Durán; el vicerrector de Estudiantes de la UNED, Álvaro Jarillo; el director del Instituto de Acción Social de la Fundación Mapfre, Fernando Garrido; el director general de la Fundación Universia, Ramón Capdevilla; y el presidente de la Fundación Vodafone España, José Luis Ripoll.

Durán coincidió con Cañón en destacar la importancia que tiene el desarrollo de la ley de lengua de signos y apoyos a la comunicación oral para las personas sordas, una norma que a su juicio "debe implantarse y ser el vehículo para el reconocimiento efectivo" de los ciudadanos con problemas de audición.

El III Congreso de Lengua de Signos Española cuenta con la participación de unas 300 personas, entre

investigadores, profesores, intérpretes, familias, estudiantes y profesionales relacionados con la lengua de signos española.