Así lo sostuvieron los principales responsables de estas empresas energéticas en la cumbre empresarial organizada por CEOE bajo la denominación de ‘Empresas españolas liderando el futuro’, en la que las grandes empresas del país están trasladando sus peticiones y sugerencias al Gobierno y participaron también los operadores del sistema REE y Enagás.

En concreto, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, tras advertir de que “nos encontramos en una situación económica y social sin precedentes””, apuntó que la aplicación acelerada de los planes energéticos permitiría la creación de 300.000 empleos.

Para ello, pidió “marcos legislativos y fiscales atractivos” ya que “si no lo hacemos nosotros lo harán otros países y algunos lo están haciendo ya” como Francia o Alemania.

Una petición concreta de Galán fue eliminar el límite a la inversión en redes de distribución que se sitúa ahora en el 0,13% del PIB y otra la reorientación de la fiscalidad para permitir un reparto equilibrado de los costes medioambientales bajo el principio de “quien contamina paga”, lo que permitiría dedicar esos ingresos a rebajar el coste de la energía a la industria.

“Hay que aplicar paquetes de estímulos y políticas económicas que permitan la recuperación más rápida posible y favorezcan la transformación de la economía”, añadió Galán, quien concluyó que como “la magnitud de la respuesta necesaria dejará una deuda publica gigantesca para las generaciones futuras, dejemos también un país mejor con reformas que lo hagan más eficiente y competitivo”.

Por su parte, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, sostuvo que “el medio ambiente será la clave de esta recuperación” y añadió que “la economía y el medio ambiente ya no caminarán nunca por separado” por lo que no estamos obligados a elegir”.

Por ello, al igual que galán, pidió reducir las cargas regulatorias y fiscales ya que la inversión pública no será suficiente para llevar a cabo la transición energética. En este sentido, destacó que “la crisis ha puesto de manifiesto lo necesario y lo útil que es la colaboración público-privada”.

“La respuesta a la crisis que hoy tenemos debe ser a través de acelerar los objetivos de la transición ecológica”, prosiguió Bogas, quien apuntó que “el apoyo al tejido empresarial en estos momentos será el motor que nos saque de la crisis”. “Es necesario acelerar en esta transición y debe ser una prioridad”, sentenció.

A continuación, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, afirmó que “Tenemos un plan de transición energética que puede ser un buen catalizador para atraer una inversión relevante” y apuntó que además de la implantación de renovables, también “podemos mejorar la calidad de las infraestructuras eléctricas”.

Así, indicó que para captar la inversión extranjera que permita desarrollar la economía debemos asegurar que España es un país jurídicamente fiable, que cuenta con una fuerza laboral cualificada, una economía competitiva, flexible y digitalizada, así como o marcos regulatorios estables.

También el presidente de Viesgo y del Club Español de la Energía, Miguel Antoñanzas, habló de la importancia de las inversiones y subrayó el compromiso de la compañía de duplicar su inversión en redes de electricidad en los próximos diez años en torno a tres ejes: la transición energética, la resiliencia ante el cambio climático y el reto demográfico. A este respecto, Antoñanzas señaló que la principal barrera en este ámbito es el límite del 0,13% del PIB a la inversión, por lo que pidió al Gobierno eliminarlo o ajustar y combinarlo con planes de reconversión específicos acordados con las comunidades autónomas.

Por otro lado, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, resaltó que en la recuperación económica “lo primordial es ser rápidos y aplicar medidas de choque” por lo que debe centrarse en “medidas que tengan efecto inmediato en la recuperación y el empleo”.

En este sentido, advirtió que “una reactivación lenta o focalizada en cambiar abruptamente el modelo económico puede dañar de manera estructural el tejido productivo”, y abogó por “apoyar la industria de España”, así como el turismo y la actividad inmobiliario y de construcción, que “deben ser piezas fundamentales en la recuperación del tejido económico”.

En materia energética, consideró prioritaria la eficiencia energética mediante el impulso a las energías renovables y la generación disminuida, que, en su opinión, deberán ir acompañados “de planes que incentiven la adaptación de edificios públicos y privados”.

Asimismo, el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, destacó que “el modelo económico mundial, a pesar de su aparente éxito, tiene enormes carencias” y que está “próximo a descarrilar por insostenible”. En este sentido, advirtió que este modelo económico tiene “el enorme defecto de haberse alimentado de recursos naturales insustituibles, de haber causado daños irreparables al entorno medioambiental y de no haber generado un crecimiento suficientemente equilibrado o habernos llevado a concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera que generan gravísimos desajustes”

Por ello, aseguró que “no se puede aplazar la lucha contra la crisis climática bajo la falsa premisa de que la sanitaria es prioritaria; ambas son igual de letales” y que “parece claro que las consecuencias devastadoras de ambas crisis son inseparables”, por lo que es “imprescindible actuar de manera simultánea” en ambos aspectos.

Así, resaltó que “el pacto verde de Europa” pone a esta región “a la cabeza del mundo” en sostenibilidad y que “España puede ser parte de ese liderazgo” con medidas como la ley de cambio climático y transición energética que se encuentra actualmente en tramitación. En esta línea, el presidente de Acciona subrayó la necesidad de iniciativas para impulsar sectores emergentes como la rehabilitación de edificios e infraestructuras, la economía circular, las renovables y la movilidad eléctrica, “que se convertirán en tractores del crecimiento”. Entrecanales también reclamó “relajar el clima de crispación política y social y enviar cuantos mensajes de unidad y consenso sean posibles”.

Por último, tanto la presidenta de Red Eléctrica de España (REE), Beatriz Corredor, como el de Enagás, Antonio Llarddén, los operadores del sistema, apuntaron que estamos “en un momento crucial” en el que se deben alinear “el crecimiento y el desarrollo sostenible”.

“La oportunidad que tenemos es inédita”, destacó Corredor, quien considera que “España está en una posición idónea “ya que hay un “gran interés inversor”, mientras que Llarddén señaló que “la recuperación “tiene que ser en el marco de la transición energética”. “No se puede cuestionar hoy en día la transición energética y menos después de lo que nos ha pasado”, concluyó.