Mascarillas
Las empresas diseñan mascarillas para uso deportivo y para niños de entre 3 y 12 años
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El Instituto de Biomecánica (IBV) colabora con numerosas empresas en el diseño de mascarillas para uso sanitario, deportivo o para niños de entre 3 y 12 años que, mediante imágenes en 3D, se ajusten perfectamente al rostro, ya que de ello depende la eficacia de estos dispositivos de protección.
Según informó este jueves el IBV, tras analizar los datos de escaneos en 3D realizados a más de 1.000 niños, se han programado medidas específicas de la cara y se han calculado los valores medios y extremos por grupos de edad. Estos datos se han aportado a las empresas para la posterior generación de los patrones de mascarillas pediátricas de 3 a 12 años.
El director de Innovación en Rehabilitación y Autonomía personal del IBV, Ignacio Bermejo, aseguró que “la adaptación antropométrica de las mascarillas es fundamental, por lo que hay que trabajar desde el diseño inicial en que el ajuste de la cara sea el preciso para cada uso, persona y situación”.
En este punto, añadió que “para conseguir un buen ajuste entre el rostro y el dispositivo de protección, es necesario conocer la forma de la cara de nuestra población objetivo, para lo que es recomendable analizar cómo cambian las partes clave de la cara de la población”. Solo de esta manera, las empresas pueden saber si “su diseño de mascarilla es adecuado, o si va a necesitar varias tallas”.
CALIDAD EN EL MATERIAL
Precisamente esta es una de las grandes aportaciones que el IBV ha realizado como miembro del grupo de trabajo coordinado por la Asociación Española de Normalización (UNE) para establecer los requisitos mínimos que deben cumplir las mascarillas higiénicas en cuanto a los materiales que se utilizan para su elaboración, confección, marcado y uso.
Los expertos también advirtieron que en este periodo “están apareciendo mascarillas con la documentación falsa, lo que genera importantes riesgos para la salud de las personas que las utilizan y de las que estamos alrededor”, aseguró Bermejo. "Se está observando un alto nivel de certificados falsificados, emitidos por entidades que no tienen las correspondientes autorizaciones según la legislación actualmente vigente para ello".
Por este motivo, IBV está realizando un “asesoramiento normativo para guiar a los fabricantes en el proceso de homologación de su producto”. Por ejemplo, en el caso de la firma internacional de moda D-DUE, el Instituto de Biomecánica está revisando su producto respecto a la regulación existente para orientarle en su línea a seguir en el desarrollo de mascarillas.
(SERVIMEDIA)
11 Jun 2020
ABG/pai