Así se expresó Maroto en una comparecencia en el Senado, donde destacó que el estatuto será “una herramienta clave para asegurar un marco de certidumbre y estabilidad del precio energético en nuestra industria”.

Además, valoró que será compatible con la regulación del mercado interior de electricidad y la normativa europea de ayudas de Estado, así como que beneficiará en torno a 600 empresas de todo el país.

Paralelamente, anunció que junto al estatuto el Gobierno creará el Fondo Español de Reserva para Garantías de Entidades Electrointensivas (Fergei), una medida que aprobará en dos semanas para dar apoyo a los contratos bilaterales de energía a largo plazo.

En relación con la industria electrointensiva, Maroto mostró su satisfacción porque el borrador del recientemente anunciado Plan de Reconstrucción Europeo, Next Generation EU, incluye a este sector dentro de sus ecosistemas prioritarios.

Por otro lado, explicó que su departamento está ya trabajando en un Anteproyecto de Ley de Industria que sustituya al actual que data de 1992, para adaptar la actividad industrial a las medidas de la Agenda 2030, así como con el fin de acomodar la legislación existente a la transformación que supone la digitalización, la transición ecológica y la internacionalización.

“Hay que dotar a la industria de un marco jurídico adecuado a los actuales procesos de producción y que contribuya a la competitividad del sector”, apuntó Maroto, quien se comprometió a abrir un proceso de “amplia participación”.

Asimismo, anunció que el Ministerio va a desarrollar el Plan Estratégico de Apoyo Integral al Sector de Automoción 2019-2025 como guía de la acción del Gobierno y que para ello va a convocar de manera “inmediata” a las mesas y grupos de trabajo.

Por último, destacó su apuesta por el hidrógeno verde como vector energético clave para la descarbonización de algunos sectores entre ellos el transporte.

En consecuencia, el impulso al hidrógeno contará con una hoja de ruta y la elaboración de una agenda industrial, así como la participación de las empresas españolas y centros tecnológicos en proyectos de investigación, desarrollo y demostración.

“Uno de los aspectos que nos ha enseñado la pandemia es que la industria debe convertirse, tanto a nivel europeo como nacional, en un asunto estratégico que genere grandes consensos. Y ello porque la industria tiene un nivel de productividad superior a la media nacional, genera buenos empleos, con altos salarios y mejores condiciones laborales, y, además, tiene una mayor propensión a la innovación y así como una alta intensidad exportadora”, concluyó.