En la presentación del informe económico de 2019 y el 'Balance del impacto del Covid-19 en la Industria de Alimentación y Bebidas (IAB)', el secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Fernando Miranda, destacó la “resiliencia” del sector y su capacidad de “crear riqueza y empleo en las ciudades y en el medio rural”.

El director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, señaló que el Covid-19 “va a acabar con una tendencia de seis años consecutivos de crecimiento, empleo, producción, exportaciones y superávit comercial en el sector agroalimentario”. No obstante, añadió que el sector es “robusto” y que el 2020 “puede ser una mala pesadilla que pasa rápido”.

En términos de producción, en un escenario en el que no se produzcan rebrotes, esta podría caer a niveles inferiores a 2016, con una reducción del 3,8%, pasando de 119.224 millones de euros (2019) a 114.748 millones. En caso de producirse ese rebrote, la producción en el sector agroalimentario podría caer hasta un 8%.

En lo que respecta al comercio exterior, el informe de FIAB revela que las exportaciones podrían caer un 6%, hasta los 30.407 millones de euros, si no hubiese rebrote, y un 11,3%, hasta los 28.690 millones, si se produjese dicho rebrote de Covid-19. En 2019, el volumen de exportaciones fue de 53.000 millones de euros.

García de Quevedo destacó también la fiabilidad del sector y aseguró que en los peores momentos de la crisis del coronavirus “únicamente se rompió el 7% del stock en el sector”. “España y Canadá son los mejores países en abastecimiento de alimentos en el mundo”, añadió.

Para paliar esta crisis, FIAB propuso medidas de generación de demanda, de apoyo a la exportación, de competitividad y sostenibilidad, económicas y fiscales, de fomento y protección del empleo y de I+D+i, como “flexibilizar la vigencia de los ERTE, eliminación de aranceles a productos agroalimentarios con Estados Unidos o apoyar un acuerdo de libre comercio más ambicioso con el Reino Unido”.