En un comunicado, Iberdrola informó de que, durante siete meses, un equipo de 20 personas de la compañía ha recogido datos en campo y ha realizado su posterior análisis y filtrado para valorar su publicación en la aplicación de recarga pública de Iberdrola, verificando por primera vez la existencia y operatividad de los cargadores y sus características técnicas.

En este proceso se han excluido, por ejemplo, los puntos de recarga de uso privado, aquellos donde lo único que había era un enchufe y no un punto de recarga o los que están fuera de servicio. Adicionalmente, se ha recogido información sobre otras tipologías como los cargadores de motos o bicis eléctricas.

La red de recarga pública está en constante expansión, con lo que el trabajo se sigue ampliando con un plan de revisión periódica en el que se comprueba que los datos de la aplicación siguen siendo correctos.

A través de la aplicación digital de recarga pública de Iberdrola, se puede geolocalizar, reservar un punto de recarga gestionado por la compañía y pagar a través del móvil, siendo o no cliente de la eléctrica, y ahora ya disponer de información verificada y actualizada del resto de puntos de recarga operados por otros agentes en España.

La aplicación, disponible en Google Play y en App Store, ya está siendo utilizada por cerca de 40.000 usuarios únicos. Se han añadido dos nuevas funcionalidades para que los usuarios participen y compartan información con la comunidad de usuarios de vehículo eléctrico.

El nuevo plan de movilidad eléctrica de Iberdrola prevé el despliegue de cerca de 150.000 puntos de recarga para vehículo eléctrico, tanto en hogares, como en empresas, así como en vía urbana, en ciudades y en las principales carreteras y autovías en los próximos cinco años.

En vía pública, la compañía apostará por el despliegue de cargadores de carga rápida y pondrá a disposición estaciones ultra-rápidas (350 kilovatios o kW) cada 200 kilómetros, súper rápidas cada 100 kilómetros y rápidas (50 kW) cada 50 kilómetros.