Aguilar hizo estas declaraciones durante su comparecencia en el grupo de trabajo de Sanidad y Salud Pública de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados.

Al comienzo de su intervención, el presidente del Cgcof hizo un reconocimiento especial a los 74.000 farmacéuticos que trabajan en los hospitales, la industria, la distribución, los laboratorios clínicos, la investigación, la salud pública y las farmacias, "en las que han fallecido a causa de este virus 19 profesionales, de los cuales 17 eran farmacéuticos y dos auxiliares".

A este respecto, recordó que en el primer mes de confinamiento, la farmacia prestó asistencia a más de 30 millones de personas y más de dos millones recibieron atención telefónica por parte de su farmacéutico. Además, 850.000 ciudadanos -en su mayoría personas mayores y vulnerables- han sido atendidos por el farmacéutico en su domicilio.

"Hemos evitado el colapso y la sobrecarga de hospitales y centros de salud. Hemos cumplido con nuestro compromiso sanitario. Y sobre todo, hemos estado siempre al lado de los pacientes, con una cruz verde que nunca se apaga y que en los peores momentos ha estado más encendida que nunca", añadió.

CUATRO EJES BÁSICOS

Ante la reconstrucción económica y social, Jesús Aguilar hizo hincapié en la necesidad de implantar una serie de ejes fundamentales como reafirmar a los farmacéuticos de oficina de farmacia como la Farmacia de Atención Primaria, mejorando el Marco Estratégico para Atención Primaria de Salud e integrar plenamente a los farmacéuticos y a la Farmacia en las Políticas de Salud Pública.

A ello se añade la inclusión de la Farmacia en la Transformación Digital de la Sanidad para mejorar la eficiencia y de la calidad del Sistema Nacional de Salud y garantizar la viabilidad de las farmacias por su labor sanitaria y social, en especial las situadas en zonas frágiles, despobladas y deprimidas.

En cuanto a la integración asistencial real de la Farmacia en la Atención Primaria de Salud, el presidente del Cgcof destacó que la Atención Primaria "del futuro debe ser capaz de asegurar más cooperación entre profesionales en beneficio del paciente; y en este futuro, la Farmacia Comunitaria es imprescindible".

ATENCIÓN DOMICILIARIA

Para conseguir esta integración sería necesario, según señaló Aguilar, prestar servicios asistenciales coordinados con los equipos de Atención Primaria para mejorar el uso de los medicamentos; desarrollar la Atención Farmacéutica Domiciliaria para pacientes vulnerables, y dispensar en las farmacias los medicamentos hospitalarios que toman los pacientes en sus hogares.

Medicamentos que por sus características técnicas, condiciones de uso y criterio clínico deben estar en las farmacias, y que no lo están exclusivamente por un criterio puramente económico e integrar a los farmacéuticos en los protocolos sociosanitarios, con programas Atención Farmacéutica.

Por ello, remarcó que "los farmacéuticos no somos meros dispensadores, señorías, somos los profesionales sanitarios expertos en el medicamento, en base a nuestra formación científico-técnica". "Cuando el farmacéutico participa en la adherencia a los tratamientos mejora en un 50% el cumplimiento por parte de los pacientes", sostuvo.

De hecho, señaló que si el farmacéutico realiza seguimiento de los tratamientos a los pacientes se podrían ahorrar hasta 2.272 millones de euros al Sistema Nacional de Salud: "Más del 3% del gasto sanitario público total o cerca de un 20% del gasto ambulatorio en medicamentos".

CENTROS SOCIOSANITARIOS

Durante su intervención añadió que otro ámbito de actuación importante es la atención en centros sociosanitarios, "a los que tanto ha afectado esta crisis". A su juicio, "es muy importante integrar a los farmacéuticos en los protocolos sociosanitarios, con programas de Atención Farmacéutica".

En definitiva, el presidente del Cgcof insistió en la necesidad de que exista una conexión en el sistema sanitario "que debe pasar de ser únicamente administrativa -como lo es ahora- a un modelo más innovador que permita trabajar de forma coordinada e integrada con el resto de los profesionales sanitarios".

"Un modelo que haga posible compartir un historial farmacoterapéutico completo y único, de forma que médicos y farmacéuticos tengamos la información sobre toda la medicación del paciente", concluyó.