Según informó este jueves la Policía, el arrestado cometió uno de los asaltos durante el estado de alarma y aprovechó la situación para ocultar su rostro con una mascarilla. Será acusado de cuatro delitos de robo con violencia e intimidación y otro de tenencia ilícita de armas.

En el domicilio en Abarán del atracador se encontraron dos armas cortas, una real y otra simulada, 11 armas largas tipo escopeta, la ropa utilizada durante sus atracos y parte del botín que había conseguido.

En enero de 2019 el detenido atracó su primer banco en Yecla (Murcia), donde entró a cara descubierta en la sucursal empuñando un arma de fuego con la que amenazó a los empleados y logró adueñarse de 61.000 euros.

Tras este robo, el arrestado no volvió a atracar hasta el mes de noviembre del mismo año. Nuevamente eligió Murcia, concretamente la localidad de Monteagudo, en donde ejecutando el mismo modus operandi sustrajo aproximadamente otros 39.000 euros. Meses después cambió de provincia e intentó asaltar una entidad bancaria en Hellín (Albacete), en este caso ocultando su rostro ataviado con gorra, gafas de sol y una braga, aunque no logró culminar el robo.

Seguidamente, ya en pleno estado de alarma, asaltó otra entidad bancaria, esta vez en Murcia capital. Al encontrarse el país en situación de confinamiento, utilizó una mascarilla para ocultar su rostro. En este caso robó 60.000 euros, que sumado al dinero de los otros golpes hace que se hiciera con un botín de aproximadamente 170.000 euros.