Sánchez respondió a una pregunta del diputado del BNG, Néstor Rego, en la sesión de control al Gobierno, que se registró con el enunciado: "¿Qué medidas piensa adoptar el Gobierno para enfrentar la crisis económica e industrial que estamos sufriendo?"

Rego expuso que la crisis se superpone en Galicia a esta crisis industrial, una de sus consecuencias sería el cierre de la planta de Alcoa en Lugo. Sánchez empezó preguntando “qué no se hizo” antes, y dijo que el Gobierno del PP “no hizo nada en política industrial”, mientras que, con el suyo, la industria gallega ha recibido en dos años 34 millones de inversión del Plan Reindus y ha otorgado a Navantia Ferrol el contrato de cinco fragatas, por valor de 4.300 millones y con la expectativa de generar 7.000 empleos. Igualmente, defendió la inversión de 37 millones en los astilleros gallegos, que, dijo, ha facilitado un crecimiento del 200% en el último año. Sobre Alcoa, dijo que se está “impulsando el diálogo” para “dar un horizonte y un futuro” a la planta.

El diputado del BNG, centrándose en Alcoa, advirtió de que se arriesgan 800 despidos y le reprochó que el Gobierno todavía no ha aprobado el Estatuto del Consumidor Electrointensivo y ni siquiera ha convocado a la mesa multisectorial desde el 23 de enero. En este sentido, dijo que es necesaria una tarifa eléctrica gallega, pues esta región es productora y sin embargo paga precios de la luz más altos que en Madrid. Sobre la planta de Lugo, estimó que “la única alternativa es nacionalizar la empresa”, que a su juicio “nunca debió haber sido privatizada”.

Sánchez coincidió en que la situación venía de lejos y defendió que su Gobierno trató de arreglar “los parches” que puso el Gobierno anterior, con lo que consiguió salvar la planta de Avilés. Hoy, recordó, se reúne Industria con el comité de empresa, y ahora dijo que están “buscando inversores para salvar la planta de Lugo”.