Así lo revela una encuesta realizada por la Alianza por la bajada del IVA al 10% entre 3.700 peluquerías para conocer su situación cuando se cumple el primer mes del inicio de la desescalada.

Como punto de partida, el estudio refleja que el 80,5% de los salones de peluquería abrieron de forma mayoritaria el pasado 4 de mayo, desde el mismo inicio de la fase 0.

En relación al porcentaje de actividad que ha venido desarrollando el sector de la imagen personal, el 87,6% de las peluquerías está trabajando por debajo del 50% de su actividad normal. Y de estos, el 62,97% está trabajando por debajo del 33% de su actividad.

Respecto al porcentaje de la plantilla con la que han iniciado su actividad, teniendo en cuenta que las peluquerías únicamente pueden reiniciar su actividad con un 30% del aforo de los establecimientos, el 62,26% de los locales ha abierto con menos del 33% de su personal.

Sobre las medidas y protocolos de higiene obligatorios para retomar la actividad, los principales problemas que afronta el sector de las peluquerías para cumplirlos tienen que ver con su coste económico, ya que el 57,6% considera bastante o muy difícil asumir los gastos de las compras de guantes, mascarillas y sistemas de protección, en su mayor caso desechables tras un único uso, o las limitaciones respecto a la agilidad del servicio y la necesidad de realizar una atención personalizada de cada trabajador a cada cliente, que se considera bastante o muy difícil para el 51% de las peluquerías.

Con respecto a la capacidad de resistencia del sector a las limitaciones en la prestación del servicio con la que se puso en marcha en la fase 0 el pasado 4 de mayo, el 63,7% de las peluquerías se encuentran al límite de su supervivencia, siendo especialmente vulnerables las peluquerías de Cataluña, Madrid o Castilla y León, que aún no han alcanzado la fase 2 en la que se flexibilizan las medidas, suprimiendo la cita previa o incrementando el aforo de los salones al 40%.