El patrón del “Alakrana” identifica “sin duda” a los acusados como piratas
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El patrón del “Alakrana”, Ricardo Blach, identificó hoy "sin duda" en la Audiencia Nacional a los acusados Abdu Willy y Raageggesey Hassan Haji como parte de los piratas que atacaron y secuestraron el atunero vasco durante 47 días y señaló que durante el asalto los dos procesados estaban “totalmente armados” y amenazaron de muerte a los tripulantes.
Blach tiró así por tierra la estrategia de defensa de los acusados en su declaración como testigo en el juicio que la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando contra los presuntos piratas Abdu Willy y Raageggesey Hassan Haji por su presunta participación en el secuestro del “Alakrana”.
El fiscal encargado del caso, Jesús Alonso, pide para Abdu Willy y Raageggesey Hassan Haji sendas penas de 220 años de cárcel al acusarles de 36 delitos de detención ilegal -por los 36 tripulantes del atunero- y de un delito adicional de robo con violencia. Las acusaciones particulares ejercidas por cuatro marineros les atribuyen de forma adicional un delito de asociación ilícita.
Los dos presuntos piratas aseguraron hoy ante el tribunal que en realidad fueron “víctimas” del secuestro del “Alakrana” y sostuvieron que ellos también fueron raptados por el mismo grupo que se apoderó del atunero vasco y fueron obligados a participar en el abordaje y a portar armas.
El patrón explicó en su declaración que, al amanecer del 2 de octubre de 2009, cuando habían largado la red, llegaron dos esquifes con seis piratas armados cada uno –entre ellos Abdu Willy- y comenzaron a disparar para amedrentar a la tripulación. Finalmente consiguieron subir al barco.
“UNA PALIZA TREMENDA”
La primera medida de los piratas fue intentar cortar la red pero el patrón les intentó explicar que era más fácil recogerla, que tardarían menos tiempo. “No me entendían y me dieron una paliza tremenda”, señaló.
Fueron entonces a buscar el barco nodriza de los asaltantes. El patrón reconoció “sin ninguna duda” a Hassan Haji como el pirata que se encontraba a bordo del buque nodriza y a Abdu Willy como uno de las personas que asaltaron el “Alakrana” en el ataque.
“Estaban totalmente armados”, dijo el marinero en referencia a los dos acusados antes de añadir que en varias ocasiones les vio amenazar a los tripulantes haciendo el gesto de cortarles el cuello. Blach añadió que, más tarde, a bordo del “Alakrana” había un pirata que aseguraba ser el padre de uno “de los que estaban en España”.
APRESAMIENTO DE LOS ACUSADOS
El primer día de secuestro, los piratas descargaron en el “Alakrana” todas las armas que llevaban en el buque nodriza, entre ellas bazokas y fusiles de asalto. Remolcaron entonces lentamente la embarcación hasta la posición que les indicaron.
“Al principio era muy duro, temíamos por nuestras vidas, fue terrible”, dijo el patrón.
Al día siguiente pararon las máquinas y soltaron el buque nodriza, en el que se subieron Hassan Haji y Abdu Willy. El patrón vio como un avión militar español sobrevolaba su posición en busca de la embarcación y como, posteriormente, el helicóptero de la Fragata Canarias les seguía el rastro.
Ese mismo día los asaltantes les dieron permiso para telefonear a las familias, pero el patrón prefirió llamar a la Fragata Canarias para pedirles que no informaran de que habían apresado a los dos piratas, pero los militares le comunicaron que la noticia ya había sido publicada en la prensa. “La habéis cagado”, les dijo.
Los piratas a bordo del “Alakrana” acabaron enterándose del apresamiento de Abdu Willy y Hassan Haji y se volvieron aún más hostiles, llegando los tripulantes a pensar que les iban a matar esa misma noche.
CABRAS VIVAS
El patrón explicó que los piratas se pasaban el día drogados con una hierba que les hacían traer de tierra y que se robaban y se pelean brutalmente entre ellos. El testigo añadió que los asaltantes no probaron su comida porque cada dos días llevaban cabras vivas al barco y se las comían “con pelos y todo”.
Blach explicó que a bordo del “Alakrana” había siempre al menos 30 piratas, que se relevaban cada cuatro o cinco días.
Un día, cuando ya se encontraban fondeados cerca del puerto de Haradhere –base de los piratas-, les ordenaron dirigirse hasta el buque ucraniano “Ariana” para prestarles carburante.
Los tripulantes del “Ariana” estaban “muertos de hambre y de sed”, por lo que los marineros del “Alakrana” intentaron pasarles comida y bebida, pero los piratas lo interceptaban y tiraban todo al agua. El patrón presenció como uno de los piratas se jactaba de haber forzado a la niña de 14 años que iba a bordo del buque ucraniano.
Otro día los piratas eligieron a tres de los tripulantes –los que consideraban los más débiles- para llevárselos a tierra. El patrón dijo que en aquel momento pensó que se trataba de “paripé” para asustar a la tripulación y a sus familiares y forzar así el pago de un rescate.
En este sentido, el testigo dijo no saber nada del pago de un rescate. Blach señaló por último que sólo uno de los piratas mostró algo de cercanía porque era seguidor del Real Madrid y hablaban con él de fútbol.
El “Alakrana” fue secuestrado a primeras horas del 2 de octubre de 2009 cuando tenía las redes tendidas a 413 millas de las costas del sur de Somalia. El atunero y sus 36 tripulantes, 16 de ellos españoles, estuvieron retenidos durante 47 días.
(SERVIMEDIA)
03 Feb 2011
DCD/jrv