Así se expresó la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, durante su comparecencia ante la comisión del ramo en el Senado en la que dio cuenta de las acciones llevadas a cabo durante la pandemia e hizo un repaso de las iniciativas que pretende impulsar durante su mandato al frente del Ministerio.

La jefa de la diplomacia española abordó, en su réplica a los grupos parlamentarios, el fondo de reconstrucción de la UE, sobre el cual la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tiene previsto presentar una propuesta el próximo día 27 de mayo.

González Laya invitó a no enfocar el debate sobre el fondo de reconstrucción de la UE como “una discusión entre el norte y el sur de Europa”, puesto que “nos jugamos la capacidad de que nuestro mercado único, el de todos los europeos, del que, por cierto, un holandés, un sueco o un austriaco se beneficia más que un español”.

Esto le sirvió para aseverar que “la solidaridad no es caridad, sino conseguir que, arrimando el hombro, el mercado único nos ayude a salir de la crisis” y para recordar que, si algunos países tardan más en salir de la crisis, porque han acumulado un ingente volumen de deuda pública nacional, esa eventualidad “perjudicará a todo el mercado único, el mercado de todos los europeos”.

La ministra también comentó las inquietudes que le trasladaron los grupos de la oposición después de que Alemania y Francia hayan propuesto un fondo de reconstrucción de medio billón de euros, financiado con una emisión de deuda conjunta, basado en transferencias y no en préstamos, y destinado a los países y sectores más afectados por la pandemia del coronavirus.

Lo hizo destacando que la francoalemana es una “propuesta interesante”, un “paso en la buena dirección”, y llamó a fijarse que la misma contiene muchos aspectos de la propuesta que formuló España en su momento.

Por ello, instó a los grupos de la oposición a tomarse este fondo como una “prioridad nacional”, para lo cual sería conveniente emular a otros países y configurar “todos la misma narrativa y el mismo mensaje”.

Respecto de la cuarentena de 14 días a la que se tendrán que someter aquellos que lleguen a España mientras esté en vigor el estado de alarma, comentó que “ni al principio de la crisis fuimos temerarios ni ahora somos timoratos. Antes, ahora y después somos prudentes y responsables siguiendo las recomendaciones de los expertos sanitarios”.

Explicó que tras la declaración de la pandemia por las autoridades sanitarias mundiales, el Gobierno confinó a los españoles en sus domicilios aplicando el estado de alarma, “no de 14 días, sino de más de ocho semanas”.

Esto le sirvió para recordar que “entonces no era necesario 14 días, porque todo el que llegaba a España tenía que someterse a una cuarentena: el confinamiento” y para destacar que la cuarentena que se aplica actualmente, “necesaria y temporal”, tiene como fin “evitar casos importados”.

Por esa razón, trasladó a los grupos que no vinculen esta cuarentena con una caída del sector del turismo, puesto que “en este momento no hay turismo en España” y les invitó a no comparar el rigor español con la apertura de fronteras de otros Estados miembro, porque “si hay un rebrote, no puedo decirle (a los españoles) que fui rápido porque otros lo fueron”.