Así se expresó la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, durante su comparecencia ante la comisión del ramo en el Senado en la que dio cuenta de las acciones llevadas a cabo durante la pandemia e hizo un repaso de las iniciativas que pretende impulsar durante su mandato al frente del Ministerio.

La ministra compareció después de que Alemania y Francia hayan propuesto un fondo de reconstrucción de medio billón de euros, financiado con una emisión de deuda conjunta, basado en transferencias y no en préstamos, y destinado a los países y sectores más afectados por la pandemia del coronavirus.

También lo hizo una semana antes de que Von der Leyen presente su propuesta para el fondo de reconstrucción que podría movilizar alrededor de 1,5 billones de euros, en la línea de la propuesta planteada por España, del que se desconoce si se basará en transferencias o en préstamos.

A su vez, el Parlamento Europeo aprobó el pasado viernes una resolución apoyada por los cinco grandes grupos que suman el 80% de la Cámara, incluyendo las delegaciones españolas del PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, que exige a la presidenta de la Comisión un verdadero plan de reconstrucción y no “hechicería financiera”.

González Laya aprovechó el consenso que generó esta resolución entre las delegaciones españolas de los partidos en la Eurocámara, en el que no participó Vox, para invitar a reproducirlo a nivel interno, ya que “si hablamos con una sola voz, ésta será más oída y respetada cuando queramos defender nuestras posiciones fuera de nuestras fronteras”.

La jefa de la diplomacia española destacó que España es un “socio con peso específico, responsable y capaz de contribuir a generar consenso, particularmente en este momento tan especial de convulsiones para consolidar a los 27”.

Llamó la atención ante el hecho de que la pandemia del coronavirus se presenta como un “momento crucial” de la construcción europea, que ha puesto en tensión el mercado interior, el espacio Schengen y la unión política y monetaria.

Tras los “titubeos iniciales” de la UE, la ministra destacó que Bruselas entendió que era “el momento de actuar”, como lo evidencia el hecho de que suspendió las normas que rigen en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, flexibilizó las restricciones a las ayudas públicas que los Estados miembros pueden realizar a sus empresas y la creó el fondo comunitario de desempleo.

También expuso la triple red de seguridad auspiciada por el Eurogrupo y validado por el Consejo Europeo que permiten que los países que lo necesiten puedan recurrir a una línea de crédito del fondo de rescate europeo (MEDE) por valor de 240.000 millones de euros, facultan al Banco Europeo de Inversiones (BEI) a movilizar 200.000 millones para empresas, especialmente pyme, y permiten que la Comisión emita bonos para financiar herramientas como los ERTE españoles con el fin de evitar despidos masivos por un monto de 100.000 millones.

Luego de este repaso cronológico a la actuación de la UE, la jefa de la diplomacia española profundizó en su punto de vista sobre el fondo de reconstrucción comunitario, que, a su juicio, debe ser “robusto”, financiado con mutualización de deuda y basado en transferencias a fondo perdido destinado a los países y sectores que más han sufrido el impacto de la pandemia.

Dejó claro que los europeos –sean del sur, del norte, del este y del oeste- han de tener claro que, “en tiempos difíciles”, la solidaridad comunitaria marcará el rumbo de la construcción de la UE. “Ganamos más cuando sumamos esfuerzos”, dijo.

La ministra celebró que en la reunión del Consejo Europeo celebrada el pasado día 23 de abril los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acogieran la propuesta española para crear un fondo de reconstrucción europea, encargándole su diseño a la presidenta de la Comisión.

González Laya mostró su confianza en que la propuesta de Von der Leyen, que debe presentarse el próximo día 27 de mayo, “esté a la altura de las circunstancias”.

A su vez, explicó que España defenderá un marco financiero plurianual para el periodo 2021-2027 sea “ambicioso”, garantice la cohesión, la convergencia entre las regiones, la transición verde y la digitalización de la economía y la solidaridad con terceros países.

Desde su punto de vista, comentó que la UE deberá “extraer lecciones” de esta crisis de salud pública, para lo cual ha propuesto someter test de estrés a los sistemas sanitarios de los países europeos –al estilo de los realizados a los bancos- y crear una unidad de emergencias a nivel europeo similar a la Unidad Militar de Emergencias (UME) española.

Por otro lado, la ministra también se refirió al ‘Brexit’, para comentar que espera que la UE y el Reino Unido sean capaces de fraguar una “relación ambiciosa” desde la premisa de que los británicos han de entender que ésta no puede ser igual para ellos que cuando formaban parte del club comunitario.

Por último, explicó que la UE y España coorganizarán el próximo día 26 de mayo una conferencia internacional de donantes virtual en solidaridad con los refugiados y migrantes venezolanos que se encuentran diseminados en distintos países de América Latina, que contará con el apoyo de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y apostó porque Bruselas tenga una relación con África “dejando atrás el paternalismo”.