Según informa Sacyr, la operación, suscrita con el Banco Estado de Chile, constituye un nuevo reconocimiento por parte del sistema financiero chileno a la experiencia de la compañía en el país y la positiva evolución de los negocios del grupo.

Los fondos serán destinados a la ampliación y mejora del actual terminal aéreo, pasando de 5.352 metros cuadrados a 11.592 metros cuadrados. Con esto, se espera que el recinto tenga capacidad para atender aproximadamente a 1.145.000 pasajeros anuales.

El proyecto, cuya inversión estimada es de unos 73 millones de euros, considera además la instalación de cinco nuevos puentes de embarque, los que reemplazarán a los dos puentes existentes; junto con aumentar de cuatro a siete los estacionamientos para aeronaves, y la ampliación de la vialidad vehicular al exterior y peatonal al interior del aeropuerto, para así facilitar los desplazamientos en el recinto.

Adicionalmente, se construirán nuevas instalaciones aeronáuticas como una torre de control, un edificio administrativo, un edificio logístico, un edificio de Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios, una subestación eléctrica aeronáutica y una Oficina de Notificación de los Servicios de Tránsito Aéreo, entre otras obras.