La depuradora de Las Rejas pertenece a la cuenca del río Jarama y fue construida en 1977 y ampliada en el 2000. Es una de las más grandes de la región y cada día puede llegar a tratar más de 145.000 metros cúbicos de agua residual procedente de la zona este de la capital.

Gracias a los procesos de depuración que se llevan a cabo en ella, es capaz de eliminar la carga contaminante producida por una población equivalente de 685.000 personas. Además, esta infraestructura cuenta con instalaciones para producir agua regenerada para riego de parques y jardines.

INFRAESTRUCTURAS COMPROMETIDAS CON EL CAMBIO CLIMÁTICO

Las infraestructuras con que cuenta la EDAR Las Rejas forman parte de los objetivos del Pacto Verde de la UE (Green Deal), incluidos todos ellos en el Plan Estratégico de Canal de Isabel II. Este plan apuesta, gracias a sus procesos, por una economía limpia con cero emisiones, protege el hábitat natural y colabora en revertir el cambio climático y en frenar sus efectos.

La EDAR cuenta con instalaciones para producir energía 100% renovable a partir del biogás obtenido de los residuos líquidos y es capaz de generar electricidad a partir del biogás que liberan los procesos de depuración, hasta un total de 6,23 gigavatio-hora (GWh) en 2019. Esta producción eléctrica evitó el año pasado la emisión de 1,4 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Por otro lado, esta infraestructura cuenta con instalaciones de producción de agua regenerada (2.898.911 metros cúbicos en 2019, equivalentes a cuatro veces la capacidad máxima del embalse de Navalmedio), que permiten combatir uno de los efectos del cambio climático, la reducción del recurso hídrico, ya que contribuye a disminuir la demanda de agua potable.