Por un lado, ha firmado una financiación de 200 millones y con un plazo de vencimiento de tres años respaldado por el ICO y suscrito por seis entidades (el Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia e Ibercaja).

A esa operación suma otro préstamo bilateral con Crédite Agricole por 40 millones, también avalado por el ICO e igualmente de tres años de duración.

Su consejero delegado, Toni Ruiz, subrayó que la compañía se garantiza así “una financiación estable a largo plazo y sin aportación de garantías adicionales”, que permite incrementar el colchón de liquidez y “disponer de un mayor margen para afrontar el impacto del Covid-19 en nuestro negocio”.

En los tres últimos años, Mango ha reducido su deuda financiera neta desde 617 millones de euros a 184 millones, la cifra más más baja de la última década.

Por su parte, la actividad comercial de la compañía ha llegado a un punto de inflexión en pandemia del Covid-19 con el inicio de la reapertura de su parque de tiendas en Europa.

Actualmente hay abiertos más de 600 puntos de venta sobre un total de 2.188 tiendas y la venta online, que el pasado año supuso un 24% de su facturación, se “ha mantenido activa” durante todo este periodo.