Construcción
La patronal de las reformas pide al Gobierno “más transparencia” para la supervivencia de un sector que emplea a 500.000 personas
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La patronal Andimac instó este domingo al Gobierno a “aclarar las fechas de desescalada” para la “supervivencia” de un sector, el de la reforma y la rehabilitación, que emplea a más de 500.000 personas, después de la orden ministerial que levanta parte del veto impuesto a las obras que no sean de urgencia en edificios de vecinos a partir de mañana lunes.
Según la normativa publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este domingo, volverán a permitirse las obras en viviendas o locales vacíos siempre que se restrinjan al máximo las posibilidades de contacto con límites en horarios y en las zonas que pueden transitar los trabajadores de la construcción.
Andimac es la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción y estima que esta apertura “puede representar en torno al 30% del potencial del mercado que había antes del confinamiento”. Pide, por tanto, claridad sobre las futuras fases de desescalada “para que las empresas de reforma y rehabilitación puedan llevar a cabo una adecuada política de gestión de ERTE, una correcta planificación en torno a sus necesidades operativas y de liquidez, una óptima política comercial”, etc.
Se trata, justifica, de arrojar claridad para que estas compañías, “que representan más del 40% de la construcción y dan empleo a unas 500.000 personas, puedan elaborar sus planes de negocio para sobrevivir en un momento tan crítico como el actual”.
Según la patronal Andimac, el bloqueo de estas actividades “podría llegar a eliminar de forma directa (construcción) e indirecta (toda la cadena de suministro e industrial) más de 5 puntos del PIB”.
Por otro lado, critica que la orden ministerial “no se ajusta” a los comercios del sector, ya que las tiendas de cerámica, baños o cocinas superan los 400 metros por necesidades expositivas, de forma que no podrán reanudar su actividad en la ‘fase cero’ que arranca mañana.
A su juicio, la limitación de 400 metros debería incrementarse hasta los 1.000, “siempre que se cumplan el resto de los criterios y que, sobre todo, no haya más de un cliente por vendedor”, de forma que un centro con 800 metros cuadrados podría tener uno o dos vendedores, con uno o dos clientes, a razón de unos 200 metros cuadrados por persona.
(SERVIMEDIA)
03 Mayo 2020
ECR