Según Shabia Mantoo, portavoz de la agencia, "la de Yemen está considerada ya como la mayor crisis humanitaria del mundo", toda vez que, después de cinco años de guerra, el 80 por ciento de la población necesita algún tipo de asistencia.

Casi cuatro millones de desplazados, refugiados, solicitantes de asilo y retornados "dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir" en Yemen, pero Acnur solo ha recibido este año 58,4 millones de dólares para financiar sus programas, apenas un 28 por ciento del total requerido.

De hecho, la organización ha dado la voz de alarma por la situación de 855.000 desplazados internos y unos 281.000 refugiados, que pueden perder su cobijo y una ayuda en efectivo "vital para suministros esenciales como comida y medicinas".

Por ello, Mantoo reclamó de forma "urgente" 89,4 millones de dólares, y exigió que el dinero llegue en las próximas semanas. "Para muchos refugiados y desplazados, esta es una cuestión de vida o muerte", y agregó que muchos pueden quedarse sin comida o medicinas o verse obligados a dormir a la intemperie en plena temporada de lluvias.