En dicha junta, los accionistas deben aprobar la remuneración prevista para el mes de julio, que ascenderá a 0,55 euros por acción y será satisfecha bajo la fórmula de scrip dividend. Con ello, la remuneración total por el ejercicio alcanzará el euro por acción.

Sin embargo, el Consejo de Administración decidió no incluir en el orden del día de la junta la propuesta de reducción del 5% de la cifra del capital social de la Compañía a 31 de diciembre de 2018 que acordó en julio de 2019, debido a la actual situación de los mercados y las circunstancias sobrevenidas como consecuencia del Covid-19.

Por otro lado, la junta debe dar el visto bueno a las cuentas de 2019, cuando la compañía registró unas pérdidas de 3.816 millones de euros, como consecuencia de los ajustes contables realizados para sentar las bases de su nueva orientación estratégica, con la que persigue ser cero emisiones netas en el año 2050.

Sin este efecto, el resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, alcanzó los 2.042 millones de euros, un 13,2% menos que los 2.353 millones del ejercicio anterior.

En cuanto al impacto del coronavirus, Repsol ha tomado una serie de medidas, que se recogen en el Plan de Resiliencia 2020, y que contemplan una reducción del 26% de las inversiones previstas este año, que pasan de 3.800 a 2.800 millones.

El plan contempla además la puesta en marcha de iniciativas que suponen reducciones añadidas de más de 350 millones en los gastos operativos, así como optimizaciones del capital circulante próximas a 800 millones respecto de las métricas inicialmente presupuestadas.

Con todo ello, incluso en este escenario la petrolera espera que su deuda no se incremente en 2020 respecto a la del cierre del ejercicio 2019. A este respecto, Repsol destaca que cuenta con una “holgada” liquidez que le permite cubrir sus vencimientos de deuda a corto plazo y más allá, hasta el año 2024, sin necesidad de refinanciación.

Además, dada la extraordinaria volatilidad e incertidumbre del mercado, Repsol decidió posponer la presentación del Plan Estratégico 2020-2025, prevista para el 5 de mayo, hasta el momento en que se vislumbre una mayor estabilidad social y de negocios.