Según explicaron a Servimedia fuentes cercanas al mandatario autonómico de Castilla y León, éste sugiró al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estos dos puntos de partida para la planificación de la desescalada.

Por un lado, apostó por fijar un marco geográfico por debajo de la provincia, en concreto, la zona básica de salud. Lo argumentó señalando su capacidad para controlar mejor la epidemia y facilitar también una mayor coordinación con los alcaldes de los municipios.

De todas las zonas básicas de salud que se puedan delimitar, Fernández Mañueco señaló que la Junta de Castilla y León entiende que la desescalada debe empezar por el mundo rural, al ser el que menos casos registra. Finalmente, puntualizó que la desescalada tiene que venir acompañada de un plan de apoyo a los autónomos, las pymes y, en general, las empresas.