Universidades
El ministro de Universidades recalca que el curso terminará en los plazos establecidos y con calidad
- Asegura que las agencias de acreditación están verificando que los métodos de enseñanza y evaluación y online son correctos y recomienda una evaluación “flexible”
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El ministro de Universidades, Manuel Castells, recalcó este jueves que “ningún estudiante va a perder el curso por causa de la pandemia” y que el curso universitario terminará “en los plazos establecidos en docencia y evaluación” y con calidad.
Así lo aseguró durante su primera rueda de prensa en La Moncloa, donde atendió a los periodistas de forma telemática para explicar la labor de su ministerio en la crisis del Covid-19. En esa comparecencia, Castells concretó que su labor la de dirigir un Ministerio “para” las universidades, pues éstas son “autónomas” y, además, que las competencias de la educación superior están transferidas a las comunidades autónomas. “Ni podemos ni debemos desde el ministerio es decir lo que hay que hacer”, dijo.
No obstante, el ministro recalcó que ha estado reuniéndose con diversos actores del ámbito universitario, como los representantes de los rectores y estudiantes y que sigue de cerca el trabajo que hacen organismos como la agencia de acreditación Aneca, para “verificar y evaluar” las enseñanzas online que están desarrollándose en universidades. Estas agencias de acreditación de la calidad, recalcó, “son garantes” de lo que se está haciendo “es correcto en términos de enseñanza universitaria”.
En este contexto, el responsable del Ejecutivo de la Enseñanza Superior, hizo la “recomendación” de “programar la evaluación continuada y los exámenes online” y, “si en último momento se puede ampliar con presenciales, con precauciones, también podría ser”, expuso, dejando la puerta abierta a otras formas presenciales de terminar el curso.
En esa recomendación también se establece que se tenga “flexibilidad para adaptarse a lo que no puede hacerse”, como las prácticas o la adaptación del programa del curso que viene, dijo.
Para ello, puso sobre la mesa varios supuestos de las dificultades a las que los estudiantes se están enfrentado estos días (no precisamente la falta de acceso a las tecnologías) como la posibilidad de que se estudie la devolución de las matrículas a universitarios que no se vean psicológicamente preparados para terminar el curso, y que aquellos “cientos de estudiantes” que no tengan apuntes o el ordenador con los que tienenq ue trabajar porque lo hayan dejado en residencias donde suelen vivir durante el curso y que hayan regresado a su lugar de origen, puedan recuperarlos a partir del 9 de mayo, fecha en la que expiraría la prórroga del estado de alarma.
“Estoy hablando con el ministro del Interior y él simpatiza con el tema, pero eso no quiere decir que él piense que es posible”, dijo, comprometiéndose a “inventar cosas si no se pudiera esa opción por seguridad” y a pedir a Fernando Grande-Marlaska “que aclare la situación lo antes posible”.
“En estos momentos parece diifícil plantearlo, aunque con un rayito de esperanza”, matizó, refiriéndose a que a partir de la citada fecha “hubiera una cierta relajación en las medidas” se podrían estudiar la “movilidad puntual con salvoconducto de las universidades y permisos nominativos” de los universitarios, para que puedan ir “a tal sitio tal día a recoger esto”.
“No dejéis nunca vuestros ordenadores y material, nunca se sabe qué va a pasar”, recomendó Castells a los universitarios.
Sobre la evaluación, dijo que “en cualquier caso, los exámenes no podrán ser mismos de siempre”, porque de darse de forma presencial habrá que seguir un distanciamiento social. Por ello, alentó a que se organicen los exámenes de forma online, porque para organizarlos de forma presencial “no se requiere demasiada preparación, porque son los de siempre con algunas adaptaciones”. “Pero si no hay manera, por los criterios sanitarios, es mucho más difícil improvisar al último minuto la evaluación online y continuada”, explicó.
ENSEÑANZA BIMODAL
Y, de cara al próximo curso, reiteró que el planteamiento irá en función de las indicaciones sanitarias: “Todo depende de lo que depende todo, que el mundo no se hunda. Se debería abrir en los plazos normales”.
Para entonces, apuntó, tras el “esfuerzo extraordinario” que se ha hecho en enseñanza online para adaptar el sistema universitario a la formación virtual por la crisis del Covid-19, aventuró que “tenemos que acostumbrarnos a una enseñanza bimodal, porque ha venido ya”.
Esa enseñanza que combine lo digital y lo presencial, añadió, requiere “un aumento de la digitalización”, “inversión en las universidades para ese desarrollo” y “reciclaje, sobretodo, del profesorado universitario”.
Respecto a una posible bajada de los precios de la Universidad pública, el ministro llamó a los grupos parlamentarios a aprobar los presupuestos, teniendo en cuenta “qué situación de catástrofe económica nos encontramos” tras la pandemia y que esta crisis repercutirá en el PIB.
(SERVIMEDIA)
23 Abr 2020
AHP/gja