Así lo pone de manifiesto Funcas en la actualización de sus previsiones macroeconómicas para España publicadas este jueves.

La organización señala “una fuerte contracción” de la economía española en la primera mitad de este año y un rebote a partir del tercer trimestre, pero “sin compensar el terreno perdido”. Así, en 2021 el PIB repuntará un 5,4% y hasta 2023 no recuperará su nivel previo a la crisis, según Funcas.

Por ramas de actividad, apunta que la más afectada sería servicios de alojamiento y restaurantes, cuyo PIB se reducirá un 20% al del final de 2019. Construcción (-5%) e industria manufacturera (-4,7%) serían los otros dos sectores más perjudicados. Solo agricultura, industrias extractivas y energéticas, y administración pública, sanidad y educación, mantendrían un nivel de PIB similar al anterior a la crisis sanitaria.

En este contexto de confinamiento y paralización de la actividad, los hogares ajustarán su gasto en consumo y el aumento “sin precedentes” del ahorro de precaución. Funcas destaca que el impacto sobre la inversión será todavía más intenso, debido al parón de la actividad y el fuerte deterioro de las expectativas de las empresas, y las exportaciones se resentirán del desplome de los mercados internacionales y de la caída inédita de los ingresos por turismo.

PARO Y DÉFICIT

En cuanto al mercado laboral, prevé que este año se destruyan unos 900.000 empleos, y si se contabilizan los afectados por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), la pérdida de puestos de trabajo asciende a 2,3 millones. Con ello, la tasa de paro aumentará hasta el 18,8% este año, y si se incluyeran a los afectados por ERTE, se elevaría hasta el 24,4%.

Por su parte, Funcas estima que el déficit público supere el 10% del PIB por la recesión y las medidas de apoyo a la economía, que la recaudación se reduzca en 56.600 millones de euros respecto a 2019 y el gasto se incremente en 28.800 millones. Por ello, la necesidad de financiación de las administraciones públicas alcanzaría los 118.300 millones, frente a 32.900 un año antes.

En 2021, el déficit podría moderarse hasta el 6,4%, lo que dejaría la deuda en valores cercanos al 115% del PIB, 20 puntos más que antes de la crisis.

Funcas añade que la capacidad de rebote de la economía española estará determinada por la duración del virus, pero también por la efectividad de las medidas acordadas durante el confinamiento.

Se trata de limitar el cierre de empresas y la pérdida masiva de puestos de trabajo, para intentar mantener la capacidad productiva. Apunta que la desaparición de cerca de 100.000 empresas en marzo (un 7,4% del total) muestra que este es uno de los principales riesgos para el país.

La recuperación dependerá también de la capacidad de financiación de la deuda pública y privada. En este punto, Funcas destaca que “de momento, la financiación está garantizada, pero el repunte reciente de las primas de riesgo muestra que será necesaria una acción aún más vigorosa del Banco Central Europeo (BCE)”.

Si las políticas no resultaran efectivas en mantener el potencial productivo y la prima de riesgo se disparara, augura un escenario peor de lo esperado en el que la economía podría contraerse hasta un 12,5% y el paro alcanzar el 24% este año.