En el turno de réplica durante el debate parlamentario sobre la prórroga del estado de alarma, el presidente admitió que tendrán que “innovar” en las medidas de desescalada que se pongan en marcha y que éstas se adoptarán según los “marcadores” comunes fijados para todo el territorio nacional, aunque luego las medidas se apliquen de manera territorializada que "no autonómica".

Así, explicó que la desescalada no será a nivel autonómico sino según los parámetros y los espacios que cumplen los criterios fijados. Es por ello que avisó que adoptarán con “humildad” las decisiones y que muchas podrán modificarse luego tanto con “una rectificación en positivo”, pero también allá donde se hayan “lanzado de manera precipitada” y habrá que “escalar en lugar de desescalar”.

Pero, dijo, la corrección de las medidas no será un “fracaso ni síntoma de descoordinación ni de desgobierno sino de afrontar con humildad, y con las certezas que tenemos, las decisiones que inciden en el día a día”, y puso el ejemplo de lo ocurrido con las salidas de los menores.

En este sentido, el presidente aseguró que el Gobierno “escucha” y de ahí que haya cambiado la medida, pero dejó claro que la única “presión” ante la que responde en la toma de decisiones es la de los expertos que asesoran al Gobierno ante este camino “ignoto” que hay por delante.

DIÁLOGO CON CASADO

Además, Sánchez insistió al presidente del Partido Popular, Pablo Casado, en dejar atrás las diferencias entre el PP y el PSOE ante “el enemigo común que tiene España: el Covid-19”. En esta línea, defendió que esas diferencias que pueda tener él con Casado y viceversa son ahora “absolutamente anecdóticas”.

“Si estamos en fase de diálogo, estamos en fase de diálogo”, dijo tras haber pactado con el líder de la oposición la puesta en marcha de una comisión parlamentaria de reconstrucción para combatir los estragos de la crisis.

Dijo no entender que Casado rechace que esto es una guerra cuando “luego hace referencia a algunas batallas” y, ante todo, le pidió que diga claramente si va a unirse al acuerdo de reconstrucción social y económica. “Me gustaría saber si acepta esta propuesta, dígalo”, exigió sobre esta oferta para buscar “entre todos soluciones”.

Sánchez defendió que a lo largo de las últimas cuatro semanas ha intentado “crear espacio de diálogo y acuerdo con las distintas instituciones” y puso como ejemplo de ello las seis conferencias de presidentes celebradas desde que está en vigor el estado de alarma. “El Gobierno de España gobierna en toda España”, apostilló.

VOX DA "MUCHO MIEDO"

Sánchez cargó contra el presidente de Vox, Santiago Abascal, asegurando que “detrás de sus siglas no hay siglas, lo que hay es odio” y sostuvo que los primeros en darse cuenta serán sus electores.

En su turno de réplica, Sánchez recriminó al líder de Vox que “en su crítica, señor Abascal, demuestra que no tiene límite". "Arremete contra todo y contra todos. A este paso va a terminar arremetiendo contra usted mismo”, resaltó.

El presidente del Gobierno le espetó que “sus electores serán los primeros en darse cuenta” no sólo de que tras sus siglas hay odio, sino “que no hay críticas en sus argumentos, sino engaños; que no hay propuestas ni ideas en sus palabras, sino la justificación de un Estado autoritario, intervenido, centralizado, e imagino que presidido por usted, que no cree en la libertad de expresión”.

Sánchez clamó que Abascal “no cree en la libertad de expresión” sino “en la libertad de la mentira”. “Sólo fomenta bulos. Detrás de ustedes no hay esperanza, pero sí, cuando se les escucha, mucho miedo”, remachó.

“A quienes tiene usted realmente miedo es al conjunto de los ciudadanos de este país, que le van a dar la espalda cada vez que les pregunten por su futuro”, concluyó.

INDEPENDENCIA

Al portavoz de ERC, Sánchez les respondió que la “desescalada no será en modo autonómica” y que la “disyuntiva” no es “economía y salud” porque el Gobierno también quiere que “los niños salgan cuanto antes” pero que debe hacerse con “las máximas garantías” porque este es un territorio “ignoto”.

En su intervención, el presidente instó a la portavoz de Junts, Laura Borràs, a que rectifique las palabras de la portavoz del Govern catalán, Meritxell Budò. Sánchez criticó las declaraciones porque no puede “aceptar” que se diga que “con una Cataluña independentista habría menos muertes”. “Eso es absolutamente inaceptable”, resumió el presidente.