Así lo refleja la CNMC en un estudio sobre el impacto de las bonificaciones en los precios de los billetes de avión a residentes en territorios no peninsulares, que pasaron del 50% al 75% entre 2017 y 2018.

En él, se analizan los efectos que ha tenido el incremento de la bonificación a los residentes en Canarias y Baleares sobre el mercado aéreo insular y el comportamiento de los precios.

Este análisis se ha realizado a petición de la Dirección General de Aviación Civil del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y de la Dirección General de Ports i Aeroports del Govern de les Illes Balears.

Tras el aumento de la bonificación, el estudio de la CNMC señala que se produjo un fuerte incremento de la demanda por parte de viajeros residentes en las islas, lo que impulsó al alza los precios medios de los billetes en los vuelos con la Península.

Sin embargo, pese al incremento de precios en los viajes con la Península, los pasajeros residentes terminaron pagando menos por sus billetes por el efecto de la bonificación y viajaron más, con lo que mejoró la conectividad.

Por su parte, los viajeros no residentes en las islas, para protegerse de las subidas de precio, optaron por comprar los billetes con más antelación y viajar más en compañías low-cos.

Por ello, la CNMC propone una serie de recomendaciones para minimizar las consecuencias indeseadas del incremento de la bonificación, como la presión sobre los precios que parece que se ha producido en las rutas entre las islas y la Península.

En concreto, pide al Gobierno valorar otros posibles mecanismos de ayuda para compensar la insularidad. Por ejemplo, un régimen de exenciones fiscales a residentes desligadas de la realización de desplazamientos.

Además, propone valorar medidas para aumentar la sensibilidad al precio de los pasajeros residentes (como indicar el precio total del billete junto al precio bonificado, liquidar la ayuda a posteriori, establecer topes a la cantidad bonificable o limitar los conceptos bonificables de los billetes).