Según detalló este lunes la compañía, dicha solución permite entregar en menos de cinco segundos y sin contacto físico el dinero solicitado e, incluso, ordenar la operación antes de acudir al cajero automático mediante una simple transacción de banca móvil.

Una vez registrada la cantidad de dinero de la que se quiere disponer y seleccionado el TAPP más cercano, el usuario tan solo tiene que acudir al punto elegido cuando le resulte más conveniente y acercar el código QR o NFC recibido en su teléfono móvil al dispositivo para recibir rápidamente el efectivo.

La confirmación de la transacción y el correspondiente recibo se envían también a su móvil y, según ha explicado, Minsait la seguridad se garantiza al 100% tanto desde el punto de vista del contacto físico como para evitar el robo de contraseñas.

Todo el proceso se realiza a través de la aplicación móvil, por lo que el usuario no necesita interactuar con el cajero. Tampoco existen elementos hardware vulnerables a ataques como el lector de tarjetas o Pinpad.

Otras operaciones que se pueden realizar a través de TAPP son la compra de divisas y todas aquellas relacionadas con la ejecución de transacciones previamente autorizadas, tales como pago de pensiones y subsidios, becas, microcréditos o remesas.

Según Minsait, el TAPP no solo es la experiencia en dispensación de efectivo “más segura, rápida, sencilla”, sino también la más económica del mercado, “dado que el coste total de propiedad es hasta un 50% inferior al de un cajero tradicional”.

Al carecer de lectores, impresora y pantalla, que son los elementos de mayor consumo energético y con mayor índice de averías, se reduce su consumo eléctrico en más del 50% y representa además una disminución de cerca del 60% en la frecuencia de mantenimiento del cajero.