La entidad argumentó que la política de salarios de las empresas hacia las personas con discapacidad es "ridícula" y que, además, estos ciudadanos, debido a sus limitaciones, tienen gastos que el resto de la población no soporta.

Para el presidente de Famma-Cocemfe Madrid, Javier Font, que las pensiones no contributivas fueran totalmente compatibles con un trabajo remunerado conseguiría insertar laboralmente a ciudadanos con discapacidad que ahora no tienen empleo.

En su opinión, "las incompatibilidades entre dos ingresos deberían tomarse en cuenta en otro tipo de ámbitos en los que resulta más ostensible su falta de rigor y se constituyen en ejemplos de malas prácticas administrativas y no precisamente con los más vulnerables".

Con la compatibilidad de trabajos remunerados y pensiones no contributivas, concluyó Famma-Cocemfe Madrid, el trabajador aportaría su parte alícuota a la riqueza del país en forma de cotización a la Seguridad Social y al IRPF y se convertiría en contribuyente a las personas que sólo son receptoras de una pensión de limitada cuantía.