Así lo precisó el ministro de Consumo en una entrevista en TVE, recogida por Servimedia, en la que admitió que el Ejecutivo ha “tardado” a la hora de articular un control de precios de productos de prevención porque ha “tenido que diseñarlo bien para evitar también el desabastecimiento”.

Garzón insistió en que es “inminente” que España cuente con un ”control claro y fijo” del precio de las mascarillas pero también de otros productos sanitarios “de esa naturaleza” y que permitan a la población protegerse frente al virus.

El titular de Consumo subrayó que, a lo largo de esta emergencia sanitaria se ha visto “lo mejor de la sociedad, pero desgraciadamente también ha habido elementos muy minoritarios que han demostrado lo peor”, en referencia a “algunas” empresas funerarias que, a su juicio, “han aprovechado esta crisis para disparar los precios”. “No han sido todas, pero algunas lo han hecho”, denunció, para justificar que el Gobierno haya tenido que “fijar” los precios en función de los que había vigentes el 14 de marzo y con el fin de “evitar esa especulación”.

Algo que ha ocurrido también en torno a productos sanitarios como guantes, geles y mascarillas, sector en el que “determinados actores”, según él, “han optado por subir precios, enriquecerse a costa del miedo y las necesidades de los ciudadanos de comprar esos productos y provocando un problema importante en algunas familias”. “Estos productos valían hasta 0,60 céntimos antes de la crisis y ya en algunos casos los puedes encontrar a 15 y 20 euros”, señaló, al tiempo que manifestó que esta cifra “supone una merma muy importante de la economía doméstica”.

MASCARILLAS

Con respecto a la posibilidad de abastecer de mascarillas a toda la población, Garzón aseguró que el “objetivo del Gobierno es ese, igual que garantizar que todas las medidas de seguridad se pueden cumplir”. “Tanto por parte de la ciudadanía, que es responsabilidad del Gobierno, como por parte de las empresas a sus propios los trabajadores”, añadió, para recalcar que se trata de medidas “necesarias que tienen que ver también con la seguridad pública y colectiva”.

En este punto, consideró “importante que todos estemos actuando con un grado de responsabilidad extraordinario” y recordó que, en tanto no se disponga de una vacuna para inmunizar a la población, “habrá que tener una seguridad adicional” en el contexto de una “nueva normalidad”.

VACACIONES

Así, con relación a las vacaciones de verano, aconsejó seguir la “virtud griega de la prudencia y la paciencia” dado que, en este momento, "no hay ninguna certidumbre de cómo va a estar nuestro país y qué medidas de seguridad deben estar implantadas dentro de dos meses”.

A su entender, las planificaciones económicas o de actividades de ocio “tienen que estar un poco también en cuarentena”. “Eso va a tener unos perjuicios para todo el mundo y el Gobierno está tratando de reducir esas distorsiones al máximo”, dijo, para recordar que con tal motivo ha “arbitrado” una serie de medidas para “resolver” esa “casuística tan enorme” e invitar a una “conciliación entre consumidor y empresas que ofrecen servicios” no prestados a causa de la pandemia.

Finalmente, preguntado por el “baile de cifras” de los casos de fallecidos y contagiados por coronavirus aportados por algunas comunidades, Garzón defendió que “no tiene por qué haber, ni mucho menos, mala fe en ninguna comunidad autónoma ni en ningún país”. Atribuyó estas “disparidades” a la “ausencia de una metodología única a nivel internacional” aunque criticó que “esos números son utilizados en la disputa política a todos los niveles”.