El texto en cuestión, titulado ‘Sólo la victoria en África puede poner fin a la pandemia en todas partes’, lleva la rúbrica de los primeros ministros de Etiopía, Italia, Portugal y Países Bajos; la canciller de Alemania; los presidentes de Ruanda, Mali, Kenia, Angola, España y Francia, Sudáfrica, Senegal, Egipto, la República Democrática del Congo, la Comisión de la Unión Africana, la Comisión y el Consejo Europeo.

En la tribuna los signatarios ponen de manifiesto que el brote de coronavirus y rápida propagación ha desbordado los sistemas mundiales de salud y ha provocado daños económicos, sociales y humanitarios en todos los países del orbe.

Esto les sirve para aseverar que “este virus no conoce fronteras”, por lo que afrontarlo, desde su punto de vista, requiere un “fuerte liderazgo internacional, guiado por un sentido de responsabilidad compartida y solidaridad”.

Por ello, “sólo una victoria global que incluya totalmente a África puede poner fin a esta pandemia”, aducen, llamando a efectuar el “mejor uso del tiempo y los recursos disponibles”, ya que, de lo contrario, la pandemia se cebará con ese continente prolongando la crisis mundial.

Reconocen que las autoridades, médicos, científicos y las comunidades locales africanas cuentan con una “valiosa experiencia” en la contención de brotes y destacan que la Unión Africana (UA) ha coordinado la puesta en marcha por parte de los países africanos de “medidas enérgicas” para contener la propagación del Covid-19, estando preparados para tomar más decisiones, en caso de que fuera necesario.

También celebraron el nombramiento por parte de la UE de cuatro enviados especiales para “movilizar el apoyo internacional” para la lucha contra el virus en África, a quienes auguran un “papel decisivo” en la adopción de una “estrategia colectiva”.

Partiendo de la base de que el éxito contra la pandemia requiere de un “esfuerzo internacional” que mitigue el impacto de las medidas de contención sobre los sistemas de salud, las economías y los medios de vida, los firmantes advierten de que África “necesita el pleno apoyo de sus socios”.

Por esa razón, sugieren a los gobiernos, las instituciones multilaterales, las organizaciones filantrópicas, las ONG y las empresas privadas que “respondan de inmediato” al llamamiento del G-20 para “consolidar las defensas sanitarias de África”.

Para la consecución de ese fin, proponen impulsar la capacidad de respuesta sanitaria ante emergencias en el continente utilizando todos los recursos disponibles en instituciones como el Fondo Mundial y la Alianza Global para Vacunas e Inmunización y destacan la iniciativa europea para convocar una conferencia de donantes en mayo.

Apuntan la importancia de desplegar un paquete de estímulo económico tasado en al menos 100.000 millones de dólares con el objetivo de proporcionar a los países africanos “el espacio fiscal que necesitan para dedicar más recursos de salud pública a la lucha contra el virus, al tiempo que mitigan sus consecuencias económicas y sociales”.

También reclaman al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Africano de Desarrollo, al Nuevo Banco de Desarrollo y a otras instituciones regionales que utilicen todos los instrumentos de que disponen y que revisen sus políticas de acceso y las limitaciones de cuotas para que los países de bajos ingresos puedan beneficiarse plenamente de su apoyo.

Al mismo tiempo, llaman a aplicar una “moratoria inmediata” de todas las deudas bilaterales y multilaterales, tanto públicas como privadas, de estos países, hasta que la pandemia haya pasado, reclamando al FMI la asignación de derechos de giro para que dichos países puedan adquirir productos básicos y suministros médicos esenciales.

Por su parte, piden responder al llamamiento del secretario general de la ONU para una “ambiciosa iniciativa humanitaria" para África, y entregar alimentos vitales y suministros logísticos a las comunidades más afectadas por bloqueos, distanciamiento social y altas tasas de contaminación, lo que debería incluir a refugiados, migrantes y desplazados internos, un hito que debería liderar el Programa Mundial de Alimentos.

Invitan a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a dirigir, junto con otras instituciones, un “plan de acción conjunto” , tanto a nivel político como científico, para coordinar la respuesta mundial y africana para garantizar un reparto justo de test, tratamiento y vacunas, según estén disponibles.

Por último, concluyen que “esta crisis ha demostrado cuán interconectados estamos todos. Ninguna región puede ganar la batalla contra el Covid-19 solo. Si no es derrotado en África, volverá a perseguirnos a todos”, lo que les lleva a aseverar que “este no es el momento para la división o la política, sino para la unidad y la cooperación”.