El juez Miguel Ángel González Felipe acuerda en un auto la libertad provisional del detenido y la prohibición de residir o acudir al municipio de Torrevieja mientras dure la tramitación de la causa y siempre que contraiga la obligación `apud acta´ de comparecer ante el Órgano Judicial más cercano a su domicilio cuantas veces sea llamado.

También acuerda la retirada del pasaporte y la prohibición de salir del territorio nacional. Contra la decisión cabe recurso de reforma dentro del plazo de los tres días siguientes al de su notificación, o directamente de apelación en el plazo de cinco días, ante este mismo Juzgado.

Entiende el juez que el derecho a la libertad personal es un derecho reconocido en la Constitución como un derecho fundamental, lo que no implica que no pueda ser objeto de reducción alguna. Además, señala que la prisión provisional “sólo se adoptará cuando objetivamente sea necesaria, y cuando no existan otras medidas menos gravosas para el derecho a la libertad a través de las cuales puedan alcanzarse los mismos fines que con la prisión provisional”.

En este caso, indica, el delito de odio que se atribuye al investigado está castigado con penas de prisión superiores a los dos años, una de las condiciones que exige la ley para acordar la cautelar de prisión provisional, a la que hay que añadir la valoración de riesgo de fuga.

Además, el juez alerta de la posibilidad de que “la situación generada por la conducta del investigado podría suponer que por la población de Torrevieja se tomasen acciones violentas o represalias contra él, por el mensaje difundido en redes sociales” y considera “desvanecido” el requisito del arraigo que favorecería al detenido.

El auto destaca que la gravedad de los hechos es “innegable” al encontrarnos “inmersos en una situación de grave crisis sanitaria motivada por el Covid-19 que mantiene al país bajo estado de alarma”.

Explica que “las expresiones proferidas” por el investigado en un vídeo que se ha viralizado “no solo incita claramente al odio hacia la población de Torrevieja al desearles en reiteradas ocasiones que `se jodan´ o que `les den por culo´, deseando que se produzca un contagio masivo de la enfermedad”, sino que provoca “inseguridad” tanto a las personas enfermas como a los familiares de fallecidos. Insiste el juez en que este comportamiento provoca “alteración de la paz pública en la localidad”.

No obstante, y dado que el fiscal no ha solicitado la prisión provisional del investigado, el juez instructor acuerda su destierro ante el riesgo de fuga existente y la posibilidad de reiteración de los hechos delictivos.