Con esta medida, las principales promotoras de viviendas de España buscaban contribuir a minimizar los efectos económicos negativos que pudieran estar sufriendo algunos de sus clientes por el Covid-19. Sin duda, una iniciativa que tiene un impacto positivo en las familias.

El 20% de clientes acogidos a la medida demuestra que, a pesar de la situación excepcional que se está viviendo en el mundo y en España, los compradores de obra nueva mantienen sus planes de vida al entender que la crisis sanitaria, aunque dura, es limitada en el tiempo, según señalan las promotoras en un comunicado.