El Gobierno de la Generalitat de Cataluña valoró de forma negativa la decisión del Ejecutivo de "levantar el confinamiento total" por la vuelta de algunos trabajadores a sus lugares de trabajo el próximo lunes.

Así, la consejera de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Meritxell Budó; el consejero del Interior, Miquel Buch, y la consejera de Salud, Alba Vergés, coincidieron al señalar que esta situación les "preocupa".

Ante este nuevo escenario, la portavoz Budó aseguró que el Gobierno de Cataluña quiere "garantizar que todos los ciudadanos puedan disponer de los elementos de autoprotección necesarios para evitar el contagio en sus desplazamientos, que se incrementarán la próxima semana".

Por ello, se han comprado 14 millones de mascarillas que "está previsto que lleguen a las farmacias a partir del próximo martes, con un primer pedido de 100.000 mascarillas". La primera mascarilla será gratuita para todos.

La consejera Budó volvió a lamentar que "a estas alturas desconocemos qué plan tiene el Gobierno de España por este desconfinamento, más allá de decirnos que a partir de la próxima semana tendremos que volver a trabajar".

Por ello, recordó a Pedro Sánchez que desde la Generalitat "estamos trabajando para tener un plan de desconfinamento que permita un retorno a la normalidad de la forma más segura a nivel sanitario, a nivel social y también a nivel económico".

Y, "a pesar de que el número de casos nuevos está disminuyendo, el número de casos infecciosos aún es elevado". "Ante esto los epidemiólogos nos piden mantener el estado de confinamiento total para poder monitorizar la situación y decidir cuando se puede desconfinar", concluyó.