Coronavirus

La destrucción de la naturaleza eleva el riesgo de pandemias, según WWF

MADRID
SERVIMEDIA

El riesgo de enfermedades transmisibles al ser humano que puedan convertirse en pandemias, como el Covid-19, aumenta con la alteración del equilibrio de los sistemas naturales por destrucción directa del hábitat, la pérdida de biodiversidad, el tráfico de especies, la intensificación agrícola y ganadera, y el cambio climático.

Así lo afirma WWF en su informe 'Pérdida de naturaleza y pandemias', difundido este jueves y a través del cual urge a frenar la extinción de especies, conservar los ecosistemas, reducir la huella ecológica, luchar contra el cambio climático y asumir que la salud de los seres humanos depende de la salud del planeta.

WWF indicó que la prioridad actual es detener la expansión del coronavirus para salvar todas las vidas posibles y añadió que "después de esta emergencia sanitaria sin precedentes será necesario replantearse la prevención y lucha contra futuras pandemias porque esta crisis está directamente vinculada con la destrucción del planeta".

WWF recalcó que el 70% de las enfermedades humanas tienen origen zoonótico, es decir, están producidas por microorganismos patógenos que se transmiten al ser humano a través de una especie animal.

"Virus y bacterias conviven con nosotros desde siempre y se distribuyen entre las distintas especies sin afectar al ser humano en hábitats bien conservados. Sin embargo, cuando la naturaleza se altera o destruye, se debilitan los ecosistemas naturales y se facilita la propagación de patógenos, aumentando el riesgo de contacto y transmisión al hombre, con los consiguientes efectos negativos sobre la salud", subrayó.

AMENAZAS

El informe destaca que el tráfico de especies, su consumo y el contacto directo con restos de animales silvestres expone a los humanos al contacto con virus u otros patógenos de los que esos animales pueden ser un huésped o vector. El pangolín, la víctima más afectada del mundo por el tráfico de especies, podría ser el vector que ha desencadenado la actual pandemia del coronavirus, al consumirse en China y otros mercados asiáticos.

Por su parte, la destrucción de los bosques por las talas, la minería, la construcción de carreteras y el aumento de población, no sólo provoca la desaparición de especies, sino también que las personas tengan un contacto más directo con especies de animales con las que nunca habían tenido contacto y, de esta forma, también con las enfermedades que puedan albergar.

Además, la intensificación agrícola y ganadera provoca destrucción de hábitats y pérdida de biodiversidad, por lo que también es un factor en la propagación de zoonosis. Y el cambio climático amplifica las principales amenazas que afectan a la biodiversidad y favorece la expansión de virus y bacterias, debido a su preferencia por ambientes húmedos y cálidos.

"Tenemos que creernos y asumir de una vez por todas que la salud de la humanidad depende directamente de la salud del planeta", comentó el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, quien añadió: "Igual que debemos invertir más y cuidar al máximo nuestro sistema de salud pública, debemos al mismo tiempo tomarnos en serio la protección de la naturaleza, que es nuestra mayor fuente de bienestar y la mejor defensa posible contra muchas posibles pandemias".

(SERVIMEDIA)
02 Abr 2020
MGR/gja