El departamento dirigido por Arancha González Laya se encuentra prestando una atención sin precedentes en la historia reciente de España, como lo evidencia que 215 embajadas y consulados y 4.000 trabajadores de Exteriores tengan centrados sus esfuerzos en la atención de aquellos españoles que se encuentran en el extranjero.

A ello se suma la constitución de una unidad de crisis, presidida por González Laya, con presencia de la secretaria de Estado de Exteriores, Cristina Gallach, la secretaria de Estado de Cooperación, Ángeles Moreno, el secretario de Estado de la España Global, Manuel Muñiz, el director general de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares y Migratorios, Juan Duarte, y la directora de Comunicación del Ministerio, Mónica Prado, que se reúne periódicamente para monitorear la situación de los españoles en el exterior.

A ello se suma el teléfono de emergencias consular (+349139448900), que se ha visto reforzado pasando de siete a 40 personas atendiéndolo, a lo que se añade los distintos teléfonos y redes sociales de las embajadas y consulados españoles en el exterior. Ese teléfono recibe una media de 6.000 llamadas, 8.000 sólo ayer, según informaron fuentes diplomáticas.

Exteriores, con su titular, Arancha González Laya, a la cabeza, piden calma, tranquilidad y responsabilidad a los españoles en el exterior debido a la complejidad del reto. También recomienda no viajar porque pueden encontrarse con serias dificultades, como consecuencia de 99 países ponen algún tipo de restricción a las personas procedentes de España.

El Ministerio considera particularmente urgente el retorno de los españoles que se encuentran en Brasil, Costa Rica, Cuba, México, Tailandia y EEUU, donde pueden presentarse problemas importantes de desplazamientos y retornos. Por ello, se les ha remitido un total de 35.000 sms para informarles de cualquier eventualidad o incidencia.

A su vez, González Laya ha mantenido un sinfín de contactos y comunicaciones con sus homólogos de otros países con el objetivo de analizar las distintas vías existentes para facilitar la búsqueda de un retorno a sus hogares a sus respectivos nacionales. A ello se suman los contactos mantenidos por Exteriores con las aerolíneas para tal fin.

No obstante, fuentes diplomáticas destacan que ninguna de las acciones del Ministerio en este sentido supondrá coste alguno para el erario público, ya que habrán de ser los propios afectados quienes se sufraguen de su bolsillo el billete, puesto que únicamente se trabaja en agrupar a los españoles afectados para facilitar su retorno.

De hecho, añaden que el Gobierno no se ha planteado hacer directamente repatriaciones, involucrando en esa acción a los medios aéreos de las Fuerzas Armadas.

De este modo, un vuelo de Iberia partirá mañana desde Buenos Aires con destino Madrid, donde llegará el domingo, con españoles a los que la crisis del coronavirus les sorprendió en Argentina; en Perú se trabaja con las autoridades locales para tener la garantía de que otro vuelo de la misma compañía aérea que saldrá de Barajas este sábado pueda aterrizar en Lima con la misma finalidad.

En Ecuador, tras lo sucedido en Guayaquil, cuando la alcaldesa de esa ciudad impidió el aterrizaje de un avión de Iberia que iba a repatriar a más de 600 españoles, una conversación de la ministra con su contraparte ecuatoriana ha permitido que se permita el retorno desde Quito de esas personas.

En la República Dominicana se han realizado gestiones para que alrededor de 600 turistas puedan regresar a España, mientras que en Honduras la compañía Air Europa ha puesto en marcha una solución comercial para sacar dese país a los aproximadamente 300 españoles que se encuentran allí, incluyendo al equipo del programa de televisión ‘Supervivientes’, que han manifestado su intención de regresar.

El caso de los países sudamericanos, Exteriores ha contacto con países con nacionales en ellos para ofrecerles la posibilidad de sumarse a estos vuelos.

Por su parte, la ministra ha mantenido conversaciones con las autoridades tunecinas para permitir que un avión de Air Europa pueda traer de vuelta a España a 50 españoles, mientras que un vuelo privado de Cepsa, fletado para sus empleados en Argelia, hará lo propio con más de 60 españoles. A su vez, un avión de la aerolínea Canaryfly despegará con 70 españoles a bordo desde Nuadibú (Mauritania) rumbo a Canarias.

En Arabia Saudí, 43 españoles han manifestado su deseo de retornar a España, lo que ha motivado que Exteriores contacte con Polonia para sondear la posibilidad de que puedan regresar en los vuelos preparados por ese país para repatriar a sus nacionales.

Por su parte, las conversaciones con Malta han permitido que 540 españoles hayan podido salir de la isla en tres vuelos, mientras que de Grecia mañana saldrá otro fletado por las autoridades helenas en cuyo pasaje habrá españoles y se espera para el domingo dos adicionales con destino a Madrid y Barcelona, respectivamente, con más españoles en su interior.

Exteriores considera que los casos más problemáticos los plantean Filipinas e Indonesia, el primero de sus países, con una orografía complicada, compuesta por 7.000 islas, ha prohibido los desplazamientos entre ellas. Se tiene constancia de que 150 han salido ya de la capital, Manila, pero otros 600 se encuentran diseminados en las distintas islas. No obstante, se han abierto comunicaciones con Alemania, Polonia y Lituania para conocer si en los vuelos que preparan esos países junto con sus respectivas compañías aéreas para repatriar a sus nacionales habría sitio para ellos.

En el caso Indonesia, en Bali se encuentran 150 españoles, lo que ha llevado a explorar las posibilidades de que formen parte de los vuelos preparados por Polonia y Letonia.

En los vuelos promovidos por terceros países, los españoles deberán someterse a las condiciones comerciales estipuladas por aquéllos.

A su vez, Exteriores mantiene canales de comunicación abiertos con aquellos países con nacionales en suelo español que quieren regresar a sus hogares para encontrar fórmulas que permitan materializar este anhelo.

Por último, Exteriores no pierde de vista la posibilidad de que los países europeos, llegado el caso, puedan restringir sus espacios aéreos y ha reclamado a la Comisión Europea que se active el mecanismo europeo de protección civil, tal y como se hizo dos meses atrás para repatriar a los ciudadanos comunitarios que se encontraban en Wuhan (China), lugar origen del coronavirus.