El 57% de los pacientes con cefalea en racimos ha recibido un diagnóstico erróneo sobre su enfermedad

MADRID
SERVIMEDIA

El 57% de los pacientes con cefalea en racimos ha recibido un diagnóstico erróneo sobre su enfermedad, según recuerda la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Internacional de la Cefale en Racimos, que se celebra el 21 de marzo. Es uno de los tipos más comunes y más invalidantes por la “alta gravedad” de las crisis de dolor de cabeza, señalan.

“El dolor de cabeza de la cefalea en racimos tiene un perfil clínico muy característico: se inicia rápidamente, es de gran intensidad y generalmente se concentra alrededor del ojo o la sien, de forma unilateral. Además, el dolor suele ir acompañado de síntomas oculares, como enrojecimiento, lagrimeo, síntomas nasales, como congestión o secreción, y típicamente de agitación e inquietud motora”, según explicó la coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la doctora Sonia Santos.

También se caracteriza por crisis que se presentan con una sorprendente puntualidad, con un predominio vespertino y/o nocturno (en el 73% de los casos). “Sin embargo, y a pesar de ser una entidad fácilmente reconocible, es un tipo de dolor de cabeza infradiagnosticado e infratratado”, señala Santos.

El carácter cíclico de esta enfermedad, en la que los pacientes alternan periodos sintomáticos y asintomáticos, hace que en muchas ocasiones no se consulten estos síntomas. En la cefalea en racimos, los ataques son “extremadamente dolorosos” pero “relativamente breves”, de 15 a 180 minutos, y “suelen ir acompañados” de periodos de remisión que pueden durar varios meses. Solo en las formas crónicas de la enfermedad este periodo de remisión es inferior al mes, indica la organización.

“Actualmente la demora diagnóstica de la cefalea en racimos desde el inicio de los síntomas es cercana a los 5 años”, alertan. Según datos de la SEN, el 57% de los pacientes recibe diagnósticos erróneos en su primera visita al médico.

La cefalea en racimos puede comenzar a cualquier edad, aunque es más frecuente en individuos entre la tercera o cuarta década de la vida, y predomina en varones y aunque no se trata de una enfermedad hereditaria, en al menos un 7% de los casos existe historia familiar previa.

“Por otra parte, si bien aún no están claros los mecanismos de cronificación de la cefalea en racimos -ciertas investigaciones apuntan a que pueden estar involucrados múltiples factores genéticos, ambientales o de estilo de vida-, en el 20% de los casos esta cefalea se cronifica, y ello condiciona una importante discapacidad, así como una menor respuesta a los fármacos preventivos”, recoge la entidad en un comunicado.

“En todo caso, para una gran mayoría de pacientes existen diferentes tratamientos farmacológicos sintomáticos y preventivos y de eficacia demostrada para el tratamiento de la cefalea en racimos. El problema es que, si no se mejora el diagnóstico de la enfermedad, difícilmente los pacientes podrán acceder a los mismos. Un estudio que realizamos hace dos años señalaba que el 53% de los pacientes nunca había recibido el tratamiento preventivo de referencia y que casi el 40% nunca había accedido a la oxigenoterapia, un tratamiento que ha demostrado ser eficaz para más de 83% de los pacientes”, señala la doctora Sonia Santos.

La Sociedad Española de Neurología recuerda también a los pacientes con cefaleas en racimos que el consumo de alcohol y tabaco, o cambios en el patrón de sueño o en la alimentación “puede precipitar los episodios de cefalea en racimos” y proponen, como parte el tratamiento de la enfermedad, que se “intente controlar” los posibles factores desencadenantes.

(SERVIMEDIA)
19 Mar 2020
ARS/gja