Madrid. Desmantelado un activo punto de venta de droga en Valdemingómez y detenidas 20 personas
- Cuando irrumpieron los agentes en la casa del clan de "Los Gordos" había 45 personas consumiendo o comprando droga
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La Policía Nacional ha desmantelado un activo punto de venta de droga en Valdemingómez (Madrid) y ha detenido a 20 narcotraficantes. Los arrestados constituían un clan familiar que dirigía el negocio y era conocido como "Los Gordos", debido al elevado volumen de venta de drogas que realizaban.
Según informó este martes la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, cuando irrumpieron los agentes en el interior de la casa se encontraban 45 personas consumiendo o comprando estupefacientes.
La parcela donde se ha desarrollado la operación policial era una auténtica fortaleza con puertas y ventanas blindadas, enormes cerrojos y barras colocadas como contrafuerte. Además, los miembros de este clan disponían de una especie de búnker en el interior de la casa y tenían diversas estufas encendidas para deshacerse de la droga si se producía una intervención policial.
La investigación comenzó a finales del pasado mes de octubre a raíz de las gestiones policiales realizadas por el Grupo de Policía Judicial de Madrid de Villa de Vallecas en torno a los puntos de venta de sustancias estupefacientes más importantes de la zona, que condujeron a los agentes hasta una casa ubicada en el poblado de Valdemingómez.
Los policías constataron que en el exterior de la vivienda estacionaban numerosos vehículos cuyos ocupantes, tras entrar a la finca, abandonaban el lugar apresuradamente. Después, los agentes pudieron comprobar que todas las personas que eran interceptadas a la salida de esta parcela portaban diferentes envoltorios que contenían principalmente heroína y cocaína.
AUTÉNTICA FORTALEZA
La policía decidió entrar y registrar la vivienda, pero tuvo que sortear numerosos obstáculos debido a las fuertes medidas de seguridad adoptadas por los traficantes, que habían convertido el lugar en una auténtica fortaleza. Hasta llegar a la estancia donde se suministraba la droga tuvieron que atravesar puertas y ventanas blindadas, protegidas con cerrojos de grandes dimensiones y con barras que se atravesaban a modo de contrafuerte.
Además, cada estancia de la casa estaba custodiada por un miembro del clan que sólo las abría tras cerciorarse de que no hubiera peligro de que se frustrara su ilícito negocio. En la estancia principal, donde los clientes esperaban para adquirir la droga, varios individuos supervisaban que la actividad se desarrollara sin incidentes.
En el registro del inmueble los agentes intervenieron 500 euros, diversas armas blancas y útiles para el corte y almacenamiento de la droga. Miembros de la banda consiguieron deshacerse de gran parte del estupefaciente antes de la llegada de los policías gracias a las estufas que tenían para eliminar la droga si intervenía la policía.
En el momento que la policía irrumpió en el domicilio, en el patio de la casa, conocido como "fumadero", había unas 45 personas que estaban consumiendo sustancia estupefaciente o esperando para comprar la droga. De los veinte detenidos, ocho son miembros del clan familiar y los otros doce colaboradores en las diferentes labores para el tráfico de estupefacientes.
(SERVIMEDIA)
25 Ene 2011
NLV/caa