Molas lamentó que el Ejecutivo haya destinado una línea de crédito de 400 millones de euros para combatir los efectos del Covid-19 en la economía, “cuando a la crisis de Thomas Cook, mucho menor, se le dotó de 500 millones”. “Estos 400 millones se van a agotar en un abrir y cerrar de ojos”, alertó.

Además de la “insuficiente” aportación económica, el presidente de la Mesa de Turismo indicó que “no se ha tenido en cuenta la flexibilidad laboral” en las medidas anunciadas y manifestó que, cuando pase la crisis, “se tendrá que ofrecer a las empresas la máxima flexibilidad en materia impositiva y dotarlas de créditos blandos o crédito ICO en función de sus necesidades”.

En ese sentido, Molas criticó que el plan presentado el pasado jueves por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “no haya hecho una evaluación por sectores”. “Sánchez planteó medidas generales, pero nada tiene que ver el sector de la agricultura con el del automóvil o el del turismo”, agregó.

“No hay mal que cien años dure y esto tendrá un final, pero no hay que esperar a que llegue ese final. Hay que prepararse ya”, aseguró Molas, que hizo hincapié en la necesidad de “montar una campaña de comunicación y promoción” que recuerde a los mercados emisores internacionales que España “sigue siendo un gran país”.

No obstante, el presidente de la Mesa del Turismo dijo que, de momento, no ve “anuncios por parte de las administraciones públicas de preparación de campañas para cuando llegue el fin de la crisis”. “En una unidad de acción para salir adelante se necesitará colaboración máxima con el sector privado”, añadió.

Molas no aportó datos concretos porque “todavía no se pueden hacer estimaciones”, pero el impacto será de “unos cuantos miles de millones de euros". Además, señaló que si esta crisis se extiende al verano “ocasionaría una situación crítica nunca vivida”, en la que habrá empresarios “que se queden por el camino”.

Pese a la falta de esos datos concretos, Molas sí se aventuró a pronosticar un impacto de alrededor de 700 millones de euros por la cancelación de las Fallas y entre 280 y 300 millones por la suspensión de la Feria Alimentaria en Barcelona, al que sumó los 500 millones que se quedaron por el camino por la no celebración del Mobile World Congress.

Molas también quiso reflejar que, de cara a la temporada alta, “hay una pequeña señal en el horizonte, ya que hay operadores británicos que están aceptando reservas sin penalización por cancelación”. Aun así, insistió en que “si esta crisis se alarga mucho, no habrá empresa que lo aguante”.