Cotino es uno de los 23 acusados en esta causa que no ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía y, además, es uno de los principales señalados por los 13 que sí han alcanzado pacto de conformidad y apuntan hacia él como responsable máximo de las adjudicaciones a una empresa de Correa.

En su declaración, negó haber recibido regalos de la trama Gürtel a cambio de adjudicar contratos al grupo Correa. Es más, ha insistido en que nunca tuvo relación ni con Correa, ni con su 'número dos,' Pablo Crespo, ni con el que fuera responsable de la red en Valencia, Álvaro Pérez 'El Bigotes'.

Cotino, para el que Anticorrupción solicita 11 años de prisión, no tenía ningún cargo orgánico que le vinculara la organización de la visita del Papa y este jueves afirmó que se limitó a ayudar a la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias en asuntos relacionados con la seguridad y la coordinación de los voluntarios.

"El arzobispo (García Gasco, fallecido en 20119) era el que mandaba", aseguró Cotino, antes de explicar que la Iglesia le pidió ayuda porque ya había ayudado a organizar la visita a España de Juan Pablo II en 1982. "Yo tenía la responsabilidad máxima del voluntariado, pero en nada representaba a la fundación", ni tuvo nada que ver, dijo, en la adjudicación del alquiler de las pantallas a una empresa del grupo Correa por la televisión pública valenciana.

Para respaldar su declaración, Cotino insistió en que de haber tenido conocimiento de que la trama Gürtel estaba detrás del contrato de alquiler de las pantallas que se instalaron en espacios públicos para que los ciudadanos pudieran seguir el evento, lo habría denunciado.

En relación con los regalos recibidos de la Gürtel, el exconsejero valenciano dijo no haberse quedado con ningún obsequio y, por tanto, no tener conocimiento de que Correa le regaló un chaquetón porque “todos los regalos que recibía los rifábamos entre los funcionarios". "Si el chaquetón hubiese llegado, se hubiese rifado como todos los objetos", remachó.