En declaraciones a Servimedia, Serrano expresó "su firme condena" ante las actuaciones del Ejecutivo griego, que con esta decisión "incumple de forma deliberada y unilateral todas sus obligaciones".

Además, exigió el fin de las devoluciones y pidió que se permita que las personas que huyen de la guerra "presenten solicitudes de asilo", además de "garantizarles protección y asistencia".

Sin embargo, consideró que la UE ha de apoyar a Grecia en todo este proceso y actuar de forma "solidaria" en la acogida, y lamentó que "de momento, ni siquiera se ha pronunciado". De hecho, las únicas declaraciones han ido en la línea de respaldar, sin ninguna matización, al Ejecutivo griego", criticó Serrano.

Anabel Montes, jefa de misión del Open Arms, afirmó por su parte que "los testimonios que nos llegan (de las islas griegas) son terribles" y sostuvo que "hemos llegado a la situación actual por dejadez y porque nadie ha querido hacer nada".

"Se ha permitido que los solicitantes de asilo se acumulen en el campo de refugiados de Moria (en Lesbos)", que en la actualidad tiene una ocupación cinco veces superior a su capacidad, señaló. Por eso, "ahora que hay nuevas llegadas, la situación es insostenible", recalcó Montes.

En su opinión, esto ha "provocado que la extrema derecha haya conseguido llevar a su terreno a la población local y así hemos visto los ataques tan terribles contra refugiados".

Del mismo modo, "Grecia lleva bloqueando la situación desde 2015, Turquía no hace nada,y la UE no agiliza los trámites para el reasentamiento ni la reubicación".

"Es dejadez de todos", indicó, instando a la UE "a dar una respuesta global, porque no se puede dejar a un único país con toda la responsabilidad".